Este blog trata sobre la via que marca mis pasos: el Aikido. Y por supuesto de todas esas cosas que considero relacionadas con el principio del Aiki. Aquí podréis compartir conmigo el camino que empecé hace años y que hoy toma la forma física de una escuela de Aikido,y sobre todo un montón de alumnos a los que les debo algo tan importante como es la posibilidad de dedicarme a mi pasión.A todos vosotros, mis alumnos, os doy las GRACIAS por permitirme crecer, por permitirme VIVIR.
martes, 25 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
Taisen Deshimaru y Dogen
"Hemos de tener siempre presente que lamuerte puede llegarnos en cualquier momento, así podremos sentir la fugacidad del tiempo y no viviremos vanamente. El aquí y el ahora deben ser completos, acabados.
En la total presencia de uno mismo, en la concentración sin límite del cuerpo y la mente, en la plenitud del aquí y el ahora, el momento presente puede convertirse en una eternidad. Pasado y futuro no son más que un sueño, imaginación, quimeras.(...)
Si nos separamos, si nos escapamos del apego a la voz y al color, a la forma, del apego a los seis órganos de los sentidos, podremos armonizarnos, sintonizar de manera inconsciente, natural y automática con la esencia de la mente del despertar."
"Si abandonamos la mente del ego, la mente del yo y de lo mío, podemos convertirnos en mushotoku. Nuestro deseo de provecho o de fama disminuye y podemos seguir así el orden cósmico"
"El tesoro del zen. Los textos fundamentales del maestro Dogén" Taisen Deshimaru
En la total presencia de uno mismo, en la concentración sin límite del cuerpo y la mente, en la plenitud del aquí y el ahora, el momento presente puede convertirse en una eternidad. Pasado y futuro no son más que un sueño, imaginación, quimeras.(...)
Si nos separamos, si nos escapamos del apego a la voz y al color, a la forma, del apego a los seis órganos de los sentidos, podremos armonizarnos, sintonizar de manera inconsciente, natural y automática con la esencia de la mente del despertar."
"Si abandonamos la mente del ego, la mente del yo y de lo mío, podemos convertirnos en mushotoku. Nuestro deseo de provecho o de fama disminuye y podemos seguir así el orden cósmico"
"El tesoro del zen. Los textos fundamentales del maestro Dogén" Taisen Deshimaru
viernes, 14 de septiembre de 2012
El maestro de aikido
"En este sentido hay una historia maravillosa que le ocurrió a un maestro de aikido norteamericano que por entonces vivía en Japón. Esta persona era cinturón negro cuarto dan (...)
Un día este aikidoka cogió un tren cerca de Tokio y se situó de pie en el pasillo(...)Al llegar a la siguiente estación, el tren se para y se abren las puertas. De repente entra un individuo grande y de aspecto desaliñado dando voces. De un golpe arranca el periódico del viajero que está más cerca de la puerta. Al ver a aquel ser violento,el aikidoka norteamericano se prepara para darle una lección. El individuo violento, que además estaba bebido, se da cuenta de que el norteamericano está mirándolo y entonces se dirige a él con desprecio:
-¡Tú, americano, escoria! ¿Qué estás mirando?
Aquel hombre violento, en su ignorancia se fue acercando al aikidoka sin ser consciente de la verdadera talla de su oponente. El norteamericano estaba preparándose para darle un escarmiento que nunca olvidaría.
De repente, como saliendo de la nada, se abrió por completo la puerta del compartimento y un hombre mayor y de corta estatura se colocó entre ellos dos.
Posiblemente, para los que contemplaban nerviosos la escena, aquel anciano era alguien completamente desconocido, pero no lo era para el norteamericano, el cual reconoció de inmediato a uno de los más grandes maestros del aikido de Japón, un cinturón negro octavo dan y discípulo directo del maestro Ueshiba.
El anciano, que daba la espalda al norteamericano, se dirigió a aquel japonés violento y abrió los brazos como mostrando una gran sorpresa.
-¡Hombre tu has estado bebiendo sake y a mí me encanta el sake!
El otro se quedó desconcertado y sin saber qué contestar. El otro se quedó desconcertado y sin saber que contestar.El anciano se le acercó con enorme ternura, lo cogió suavemente de un brazo y le dijo:
-Ven a mi compartimento, vamos a hablar.
El norteamericano no pudo contener su curiosidad y se asomó lo más discretamente posible que pudo para ver lo que estaba ocurriendo.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan furioso?
Había algo especial en el tono y en los gestos, un gran respeto, una enorme dulzura, una extraordinaria cercanía.
-Hace una semana perdí mi trabajo y hoy vengo del hospital, mi mujer ha fallecido y ya no sé adónde ir ni qué hacer.
El hombre se puso a sollozar abrazado al anciano.
El anciano empezó a acariciar el pelo de aquel hombre que se sentía completamente hundido y entonces le dijo:
-Hoy vendrás conmigo a mi casa y juntos nos sentaremos en el columpio que tengo a hablar como dos buenos amigos.
En aquel momento, el norteamericano sintió un nudo en el estómago y descubrió lo que era ser de verdad un maestro, alguien que nunca deja que su fuerza se interponga en el camino del amor.
Extraido del libro "Ahora yo" del Dr. Mario Alonso Puig
Un día este aikidoka cogió un tren cerca de Tokio y se situó de pie en el pasillo(...)Al llegar a la siguiente estación, el tren se para y se abren las puertas. De repente entra un individuo grande y de aspecto desaliñado dando voces. De un golpe arranca el periódico del viajero que está más cerca de la puerta. Al ver a aquel ser violento,el aikidoka norteamericano se prepara para darle una lección. El individuo violento, que además estaba bebido, se da cuenta de que el norteamericano está mirándolo y entonces se dirige a él con desprecio:
-¡Tú, americano, escoria! ¿Qué estás mirando?
Aquel hombre violento, en su ignorancia se fue acercando al aikidoka sin ser consciente de la verdadera talla de su oponente. El norteamericano estaba preparándose para darle un escarmiento que nunca olvidaría.
De repente, como saliendo de la nada, se abrió por completo la puerta del compartimento y un hombre mayor y de corta estatura se colocó entre ellos dos.
Posiblemente, para los que contemplaban nerviosos la escena, aquel anciano era alguien completamente desconocido, pero no lo era para el norteamericano, el cual reconoció de inmediato a uno de los más grandes maestros del aikido de Japón, un cinturón negro octavo dan y discípulo directo del maestro Ueshiba.
El anciano, que daba la espalda al norteamericano, se dirigió a aquel japonés violento y abrió los brazos como mostrando una gran sorpresa.
-¡Hombre tu has estado bebiendo sake y a mí me encanta el sake!
El otro se quedó desconcertado y sin saber qué contestar. El otro se quedó desconcertado y sin saber que contestar.El anciano se le acercó con enorme ternura, lo cogió suavemente de un brazo y le dijo:
-Ven a mi compartimento, vamos a hablar.
El norteamericano no pudo contener su curiosidad y se asomó lo más discretamente posible que pudo para ver lo que estaba ocurriendo.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan furioso?
Había algo especial en el tono y en los gestos, un gran respeto, una enorme dulzura, una extraordinaria cercanía.
-Hace una semana perdí mi trabajo y hoy vengo del hospital, mi mujer ha fallecido y ya no sé adónde ir ni qué hacer.
El hombre se puso a sollozar abrazado al anciano.
El anciano empezó a acariciar el pelo de aquel hombre que se sentía completamente hundido y entonces le dijo:
-Hoy vendrás conmigo a mi casa y juntos nos sentaremos en el columpio que tengo a hablar como dos buenos amigos.
En aquel momento, el norteamericano sintió un nudo en el estómago y descubrió lo que era ser de verdad un maestro, alguien que nunca deja que su fuerza se interponga en el camino del amor.
Extraido del libro "Ahora yo" del Dr. Mario Alonso Puig
lunes, 10 de septiembre de 2012
El Aikido y la Unidad.
El Aikido y la Unidad.
El Aikido se
fundamenta en el hecho de que todo procede de la Unidad, y que todo existe en
la Unidad. El Ser universal se manifiesta en la creación dando lugar a la
diversidad. Esta diversidad en cierto modo es "ilusoria" ya que la
Unidad se encuentra detrás de todos y cada uno de los elementos del universo
tanto fenoménico como espiritual. La Unidad es perceptible en la misma
diversidad, a través del orden, la armonía-equilibrio, la paz, y esa energía
unificadora y aglutinante que es el Amor en todas sus manifestaciones tanto psico-emocionales, como en el espectro de la energía-materia.
De manera que cuando
surge el conflicto en el seno de la diversidad, este conflicto está abocado a
desaparecer. Esta "enfermedad" acarrea en su propio mapa "genético" el antídoto, de manera que el conflicto acabará, recuperándose así el equilibrio natural, que es reflejo de
la Unidad.
Las técnicas de Aikido, eran nombradas por O sensei como técnicas divinas, o técnicas universales.
Las técnicas de Aikido, eran nombradas por O sensei como técnicas divinas, o técnicas universales.
Estas técnicas de Aikido son herramientas de naturaleza
armoniosa que catalizan el proceso a través del cual el conflicto está
desapareciendo.Dicho de otra manera los conceptos y formas de aikido son expresiones de la Unidad fundamental en desarrolladas en la realidad diversa y enfrentada de un conflicto.
De manera que en el mismo origen del conflicto, éste, está llamado a desaparecer.
La causa del conflicto se origina en una falta de conciencia en la Unidad, en un “olvido”.
Cuando la mente del
ser humano queda atrapada por los fenómenos y la diversidad, perdiendo la
perspectiva de su origen espiritual(Unidad), empieza a sentirse separada, especial,
perseguida, enfrentada, en lucha, desconfiada… entonces el conflicto se
origina con gran facilidad.
El desarrollo de una conciencia espiritual en nuestro mundo, necesita de un trabajo desde el centro, desde el hara. Cuando activamos nuestro centro-hara, a través de un cuerpo relajado que extiende el ki en un flujo natural descendente, exteriorizamos la fuerza espiritual que anima nuestro cuerpo, generando esto a su vez una mente enfocada y serena que intensifica nuestra Presencia aquí y ahora. Desde esta condición, nos volvemos una "herramienta" de la Unidad en el proceso de disolución del conflicto, nos volvemos co-creadores de la realidad.
Cuando el hara protagoniza la "película" de nuestras acciones, se activa entonces la inteligencia del corazón, la inteligencia "espiritual" armonizada con la Inteligencia Universal....con la Unidad, origen y fin de todo.
El desarrollo de una conciencia espiritual en nuestro mundo, necesita de un trabajo desde el centro, desde el hara. Cuando activamos nuestro centro-hara, a través de un cuerpo relajado que extiende el ki en un flujo natural descendente, exteriorizamos la fuerza espiritual que anima nuestro cuerpo, generando esto a su vez una mente enfocada y serena que intensifica nuestra Presencia aquí y ahora. Desde esta condición, nos volvemos una "herramienta" de la Unidad en el proceso de disolución del conflicto, nos volvemos co-creadores de la realidad.
Cuando el hara protagoniza la "película" de nuestras acciones, se activa entonces la inteligencia del corazón, la inteligencia "espiritual" armonizada con la Inteligencia Universal....con la Unidad, origen y fin de todo.
Luis
domingo, 9 de septiembre de 2012
Próximos seminarios 2012 , Luis Mochón.
Malta: 5-6 octubre. Contacto Michael Bonello (mbonello@esdl.com.mt)
Almeria: 12-13 de octubre. Información debajo en el cartel.
Sevilla (Dos Hermanas): 26-27 de octubre. Contacto Jesús( nuevoramirez@hotmail.com)
Almeria: 12-13 de octubre. Información debajo en el cartel.
Sevilla (Dos Hermanas): 26-27 de octubre. Contacto Jesús( nuevoramirez@hotmail.com)
miércoles, 5 de septiembre de 2012
El verdadero Ser......
"El verdadero Ser, es decir, el Ser interior es la Budeidad o el Yo profundo, pero es sobre todo, el Alma Inmortal que reside físicamente en el vientre. Esta alma pura que existe en el Hara, trabaja eficazmente y es exactamente lo que ha de ser llamado el verdadero Ser."
Anzawa Heigiro, maestro de Kyudo.
Anzawa Heigiro, maestro de Kyudo.