sábado, 25 de enero de 2014

Munen (dedicado a los compañeros del nuevo Munen Do Aikido)

Es en el desapego ( desapego) de uno mismo donde aflora el espíritu, nuestro ser esencial, íntimamente vinculado a todo el universo y a todos los seres sintientes. Desde ahí florece de forma natural la caridad y la actitud de servicio, ya que la luz del Espíritu ilumina todos los actos de nuestra vida.
Esta luz genera en nosotros la misión. Esta misión inscrita en lo profundo de nuestro ser, no es otra, que establecer un reino de paz en la tierra.
Es por esto que el Aikido nacido desde  el desapego (munen) conecta al ser humano con su esencia y con su misión.
Desde "munen" nace una práctica marcial desde el no-ego, desarrollandose virtudes como el servicio, la empatía, el coraje y por supuesto la justicia.
Pero sobre todo vamos a desarrollar la templanza como gran virtud  del practicante, del guerrero espiritual, que nos permite mantener a raya los demonios de nuestro "falso yo", es decir  las rutinas emotivas y formas de pensar habituales, trasladándonos directamente y de forma determinante a través de la contemplación, al presente, donde la vida esta ocurriendo.
El aikido desde "munen" nos llevará a actuar desde la presencia, desde el auténtico Ser, que se manifestará como un poderoso "kami" interior testigo de todo y capaz de actuar en ese espacio previo y fértil , donde todo nace.
Grande Munen do Aikido, un orgullo para la familia Musubi.

L.


viernes, 24 de enero de 2014

La presencia y el momento......

"Es de suponer que yo, como practicante de las artes marciales, no lucho para vencer ni para perder; no me preocupa la fuerza ni la debilidad, y no doy un paso adelante ni un paso atrás. El enemigo no me ve. Yo no veo al enemigo. Entrando hasta un lugar  donde no se han separado todavía el cielo y la tierra, donde no han llegado aún el yin y el yang, cobro efecto rápida y necesariamente."

Takuan Soho " Anales de la espada Taia"

lunes, 20 de enero de 2014

Dejar la mente suelta no fijarla para usar el vacío....

Cuando en la práctica nos vemos en la necesidad de esquivar un ataque, es muy importante por supuesto el movimiento corporal que se quita del lugar del ataque. Pero con la práctica me he dado cuenta que esto no es suficiente. 
Para que esa esquiva tenga un mayor efecto en uke, generando no sólo el fracaso del ataque al no alcanzar su objetivo, sino también que el hecho de atacar al vacío genere un desequilibrio, a veces evidente y a veces interno, debemos de conseguir no fijar la mente en el movimiento. Debemos no parar la mente en el hecho de la esquiva ( en el espacio creado), ni tampoco en lo favorable o erróneo del resultado, esto generará un vacio mucho mayor, consiguiendo así que física y mentalmente el uke se vea absorbido, desequilibrado  o al menos algo confuso.
En la misma medida debemos considerar todas esas ocasiones en que generamos vacíos para conseguir un desequilibrio en uke. Por ejemplo al tomar contacto con uke, e iniciar un movimiento descendente de nuestros brazos , como en ikkyo por ejemplo, es muy importante generar un espacio vacío debajo del punto de contacto (punto de encuentro entre los dos), que atraiga la acción, dejando al margen lo más posible la necesidad de hacer.
Al generar este espacio vacío es muy importante de nuevo dos elementos:

1.) Que ninguna parte física de mi cuerpo este ocupando ese espacio donde uke se va a precipitar
2.) Que la mente no se encuentre fija, parada en ese mismo espacio, ni tampoco en el gesto.

Yo os propongo poner en práctica esta conciencia de práctica, y observaréis como uke se ve mucho más desequilibrado, precipitado y confuso a la hora de recibir la técnica. 
Al mismo tiempo nos llevará a un proceso de no-hacer, donde lo único que "haremos" es prácticamente acompañar el movimiento de atracción que el vacio generará sobre uke. Nuestra labor en este caso es encontrar el espacio vacío, guíar a uke hacía él, y moldearlo ( el espacío vacío) en función de la necesidad que el "proceso de desaparición del ataque " genere durante la acción.

(En el escrito que realicé en la revista Dokkodo número 3 podéis profundizar algo más en lo que quiero expresar con esta expresión "proceso de desaparición del ataque" http://www.magazinedokkodo.com)

En mis clases y seminarios intento transmitir esta idea, y hacerlo un nexo de unión entre todas las técnicas.  El que nuestro ki nunca ( excepto en el momento del encuentro, y deberíamos matizar en otra ocasión ésto) esté enfrentando al ki del uke,  a no ser que este sea muy débil, siendo entonces necesario sólo quedarse quieto, con un buen contacto , y un cuerpo ordenado, para que el ki del ataque de uke se acabe disipando, pero como decía, intentar que el ki de uke y nuestro ki no se vean enfrentados, creo que es fundamental en una práctica suave. 
De está forma no tendremos necesidad de utilizar la fuerza, además de mantener siempre cerrada nuestra guardia. 
Para conseguir que nuestros ki no se enfrenten , de nuevo es muy importante que nuestra mente no quede atrapada en el punto de contacto donde el ki (kimochi) de uke está viniendo. Podemos físicamente hacer el gesto justo para no estar enfrentados a uke, pero si nuestra mente se para en ese lugar, en ese gesto, uke tendrá el apoyo necesario para soportar la técnica o no perder su equilibrio totalmente.
Al mismo tiempo, en la otra posibilidad, cuando el ki de uke es más debil que el nuestro (lo percibimos a través del punto de contacto) y nos quedamos a la espera con una posición ordenada ( cerrada y vertical) ,  y un buen contacto, es muy importante no poner nuestra atención en el punto de encuentro. Se que suena extraño, pero al no parar la mente en ese punto, no es nuestra mente pensante la que al pararse ahí está trabajando, lo que llevaría nuestro ki arriba , cuando lo ideal es que se mantenga abajo, sino que las reacciones ante la venida del kimochi de uke serán a un nivel mucho más interno, y natural, y porqué no decirlo Espiritual. Cuando vengan las oleadas de la intención de uke ( kimochi) la percepción de la necesidad de permanecer quieto o movernos será instantánea, más allá de un nivel racional, siendo más bien al nivel de la consciencia del corazón, mucho más rápida y previa al movimiento de nuestros pensamientos, que juzgan lo adecuado a partir de esta percepción inicial. El movimiento que realizamos o la ausencia de movimiento, se decide en un estado de no-mente donde el corazón o el Espíritu se manifiestan, haciéndolo en un tiempo instantáneo, de manera que parece que la acción genera la acción sobre sí misma en forma de técnica sin nuestra intervención, y esto es porque la decisión del movimiento no llega desde el pensamiento "sino desde el fondo de éste" usando palabras de Dogen.

Bueno sólo quería compartir por escrito, algunos conceptos de los que transmito en mis clases y seminarios, para compartirlo especialmente con todos los instructores de la familia Musubi que muchas veces me consultáis más sobre este tema.

Un saludo a todos

L.




(Yo mismo con mi sensei Endo Seishiro)

lunes, 13 de enero de 2014

Yagyu Munenori(1571-1646)

       " Las personas que han logrado pacificar sus mentes una vez no necesitan purificar sus acciones físicas, verbales y mentales; permanecen sin mácula aunque se mezclen con el polvo del mundo. Aunque estén activas todo el día, estarán inmóviles, como la luna que se refleja en el agua no se mueve aunque innumerables olas rompan una tras otra."

       " Cuando dejas ir la mente, se detiene donde ha ido; por lo tanto, el primer nivel de la práctica es hacer que regrese una y otra vez, de modo que no se fije en ningún lugar. Cuando lanzas una estocada y la mente se fija en ese punto, esta enseñanza hace que la mente regrese a ti."

        "En el nivel avanzado, el significado es dejar que la mente esté libre para ir a donde quiera. Dejas ir tu mente luego de haber logrado que no se detenga ni se demore en sitio alguno, aún cuando la dejas libre."

       " Cualquier cosa que hagas como Camino, si estás obsesionado con él o piensas que esto es lo único importante para ti, entonces no es el Camino. Cuando no tienes nada en el pecho entonces estás en el Camino. Cualquier cosa que hagas, si la haces sin nada en el pecho, se cumple fácilmente.

        Del mismo modo, todas las cosas se reflejan claramente en un espejo debido a la claridad sin forma de la cualidad de reflexión del espejo. El corazón de aquellos que están en el Camino es como un espejo, claro y vacío, sin mente, pero sin embargo llevando a cabo todas las cosas.

        Esta es la “mente normal”. Aquel que hace todas las cosas con esta mente normal es llamado un adepto."

     "   En cada cosa que hagas, si mantienes la idea ante ti y la realizas con una concentración total, no habrá coordinación. Lo harás bien la primera vez y luego, cuando pienses que todo está bien, lo harás mal. O lo harás bien dos veces, pero mal la tercera.
  Si estás contento por haberlo hecho bien dos veces y mal solamente una, entonces lo harás mal de nuevo. No habrá coherencia, porque lo haces con el pensamiento de hacerlo bien."

      "  Cuando los efectos de la ejercitación se acumulan inadvertidamente, la avidez de desarrollar rápidamente una habilidad se disuelve poco a poco, y en cualquier cosa que haces te liberas espontáneamente de un pensamiento consciente. En este momento ni siquiera eres consciente de ti mismo; cuando tu cuerpo, pies y manos actúan sin movimiento alguno en la mente, no hay error. 

 Aun entonces, tan pronto como algo se mueva en la mente, habrá error. Cuando no estés consciente mentalmente, acertarás en todo momento. No estar consciente mentalmente no significa, sin embargo, tener la mente ausente por completo; simplemente significa una mente normal."

        "Aplicando esto a cuestiones mundanas, suponte que estás disparando el arco y piensas en ese instante que estás disparando; de esa manera la puntería será débil e inconstante. Al esgrimir la espada, si estás consciente de esgrimirla tu ofensiva será inapropiada. Si estás escribiendo y eres consciente de escribir, tu pluma será inestable. Aun tocando el arpa, si eres consciente de tu ejecución la melodía será desafinada.

        Cuando el arquero olvida la consciencia del disparo y dispara con una actitud de mente normal, como si estuviera desocupado, el arco estará firme. Al usar la espada o cabalgar, uno no “usa la espada” o “cabalga”. Y uno no “escribe”, uno no “ejecuta música”. Cuando haces todas las cosas en un estado de mente normal como si estuvieras completamente ocioso, entonces todo fluye de un modo suave y sencillo. "  

        "La enfermedad significa apego. En el budismo se condena el apego. Los monjes mendicantes que están libres de apegos pueden entremezclarse con el mundo ordinario sin ser afectados por él; todo lo que hacen lo hacen con libertad e independencia, deteniéndose donde naturalmente deberían hacerlo.

        Los maestros de las artes no pueden considerarse adeptos hasta que no hayan abandonado el apego a sus habilidades. El polvo y la suciedad se adhieren a una joya sin pulimento, pero una gema perfectamente pulida no se ensucia aunque caiga en el barro. Al pulir la gema de tu mente por el cultivo espiritual hasta que sea sin mácula, dejando de lado la enfermedad y abandonado las preocupaciones, alcanzas tu albedrío. "

      "  Obsesionarse con triunfar es enfermizo; obsesionarse con las artes marciales es enfermizo, y también lo es tratar de poner en práctica todo lo que se ha aprendido. Es enfermizo obsesionarse con el ataque y obsesionarse con la defensa. También es enfermizo obsesionarse con liberarse de la enfermedadFijar la mente obsesivamente en algo es considerado enfermedad. Dado que todas estas diversas enfermedades están en la mente, es cuestión de afinar la mente liberándose de tales dolencias."

      "  Es de extrema importancia reflexionar en el significado de la alternancia del Yin y del Yang. El movimiento es Yang y la quietud es Yin. El Yin y el Yang se intercambian adentro y afuera. Cuando el Yang se mueve en el interior, mantenerse quieto en el exterior de acuerdo al Yin; cuando se es Yin interiormente, el movimiento aparece en el exterior.

        También en este arte marcial activas interiormente la energía mental con una atención constante, mientras exteriormente te mantienes imperturbable y calmo. Es el Yang moviéndose en el interior, mientras el Yin está quieto en el exterior. Esto está de acuerdo con las leyes de la naturaleza.

        Más aún, si en tu interior estás tranquilo manifestándote agresivamente en el exterior de modo tal que tu mente interior no se apague a lo extremo, entonces no perderás el control afuera. Si te mueves interiormente y exteriormente a la vez, hay un desenfreno. Las actitudes agresivas y pasivas, el movimiento y la quietud deberían alternarse adentro y afuera."


Yagyu Munenori