"Los guerreros deben guardarse su valor dentro, sin exhibirlo externamente. Esto se puede conseguir de manera espontánea cuando se ha estudiado tanto la cultura como las armas. Pero en el caso de los que sólo atienden al camino del guerrero, cuando son tan jóvenes que no han llegado a templar sus artes mentales, hay quienes los consideran débiles o caprichosos sin razón. Si se guardan dentro el valor, este se manifestará externamente sin falta. Como dice un viejo adagio: "El río que esconde perlas es hermoso; la montaña que oculta jade es lustrosa".
También existen personas inmorales que son violentas y viciosas por naturaleza. Todos deben ser instruidos después de haberse puesto a prueba sus palabras y sus obras.
Según las costumbres modernas, las personas amables y delicadas son débiles y blandas, mientras los que son valientes y arrojados son rudos y violentos. Por ello, primero se les debe enseñar a leer y familiarizarlos con el Camino, y que sólo entonces empiecen a estudiar las artes marciales. Cuando se estudia de esta manera, no existirá ninguna de las dos corrupciones, ni la debilidad blanda ni la violencia ruda."
Izawa Nagahide
Extraido del libro "La mente del samurai" Edición y traducción de Thomas Cleary
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