"Nuestra mente proviene de la individualización de la "mente" universal, de la "conciencia-inteligencia" creadora .
Cuando la mente toma conciencia de esta afirmación, ésta se torna más completa, más fresca, ética y luminosa.
Pero creo que todavía podemos aspirar a un paso más allá.....este momento es cuando abandonamos la "mente" y nos centramos en lo que llamamos el "corazón"...es decir lo inexpliclable, en la inteligencia instintiva, en lo que experimentamos y sentimos sin necesidad de reflexión.
En ese momento nos estamos entregando...nos abandonamos...a la inteligencia-conciencia-mente que esta presente en todo, que rige todo y que es el origen y naturaleza esencial de todo, renunciando, dentro de lo posible a nuestra individualidad en favor de la Unidad.
Al entregarnos a actuar desde el corazón, es la inteligencia universal que está en el funcionamiento de todo el universo, la que define nuestras actuaciones y decisiones.
La misma " inteligencia " que actua en el interior de un piedra o un árbol haciendo que sus particulas se organicen de esas formas precisas, o la misma inteligencia que aparece y deriva en el comportamiento instintivo animal, o en el mismo comportamiento celular o bacteriológico..... Es la esencia, la base de nuestra propia mente.
Al conectar con nuestro corazón, conectamos con esa esencia y la convertimos en la protagonista de nuestras acciones y decisiones en esta vida en la tierra.
Pero debemos entregarnos al corazón constantemente. Es algo que debido a como hemos estructurado nuestra vida, culturalmente, socialmente, debemos "entrenar", algo innato y natural necesita de "entrenamiento" para manifestarlo.
Es como la respiración abdominal, es natural, nacemos con ella, pero con el paso del tiempo y un tipo de vida concreta, nos vemos en la necesidad de acudir a algún maestro, que nos ayude a recuperarla a través del entrenamiento. Pero sin embargo , era algo totalmente natural.
El Aikido, como otras muchas vías, nos permite entrenar esta entrega al "corazón", esta entrega a la mente divina que se manifiesta a través de cada uno de nosotros... en cada uno de nuestros movimientos.
La presencia activa desde el "corazón" , sólo posible a través de una mente enfocada y serena que no "tapa" o silencia la "mente divina" , es la que permite una relación profunda con el compañero. El compañero actúa como catalizador de nuestro viaje al corazón.
Debemos entregarnos al corazón constantemente para fortalecer la presencia de la divinidad en nuestra vida dia a dia.
Entiendo que desde una inteligencia conocedora y consecuente de su origen, y desde una vida desde el corazón, es posible establecer un reino de paz en la tierra.
Luis.
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