MUSUBI AIKIDO GRANADA
Este blog trata sobre la via que marca mis pasos: el Aikido. Y por supuesto de todas esas cosas que considero relacionadas con el principio del Aiki. Aquí podréis compartir conmigo el camino que empecé hace años y que hoy toma la forma física de una escuela de Aikido,y sobre todo un montón de alumnos a los que les debo algo tan importante como es la posibilidad de dedicarme a mi pasión.A todos vosotros, mis alumnos, os doy las GRACIAS por permitirme crecer, por permitirme VIVIR.
miércoles, 21 de diciembre de 2022
viernes, 18 de noviembre de 2022
Aikido como camino marcial hacia la paz.
El mantener la mente serena, aquietada, permite que el encuentro de aikido, y cualquier cosa en la vida, podamos encararlos desde un silencio, un vacío, donde encontramos los elementos de conexión de todo, donde habita la unidad con el otro, con la acción y con el mundo en general.
domingo, 9 de octubre de 2022
Del hacer al ser
La práctica del aikido la siento como un proceso de caída hacia el verdadero ser.
domingo, 25 de septiembre de 2022
Percibir es un acto creativo.
La experiencia que tengo de todo es a través de la mente y la mente es la actividad de la consciencia. Dicho de otra manera, soy conocer,yo soy.
Cuando la Consciencia esencial o absoluta se "mueve" del no-ser al ser, dicho de otra manera cuando el Ser puro se "activa" dando lugar al "existir", esto supone una autolimitación, que da lugar al nacimiento de la mente y con ella al nacimiento del mundo.
La consciencia limitada, genera la mente, que experimenta el Uno como diversidad, como mundo. Aparece, siempre de forma ilusoria, el sujeto y objeto, pero digo de forma ilusoria porque lo que se está manifestando constantemente es el Uno, el Ser indivisible.
La mente es el conjunto de percepciones, sensaciones y pensamientos.
Tenemos la creencia de que los objetos, lo material tiene existencia propia y separada de nosotros, pero la verdad es, que lo único que hay, es la consciencia, es decir, nuestra experiencia de un objeto son percepciones, sensaciones y pensamientos(ver, tocar, oir, sentir, oler...Pensar, imaginar) . No tenemos "pruebas" de la existencia de nada más allá de nuestra consciencia.
En la medida que entendemos esto, y que la "realidad objetiva" se construye, aparece a través de mi percepción, podemos convertirnos, en cierta medida, en "creadores" de nuestra realidad.
Cuando practicamos aikido, esta reflexión creo que puede hacer mejorar nuestra práctica, yo por lo menos lo aplico a la mía.
Primero, la asunción de que todo es realmente una única "sustancia" modulándose, nos llevará a entender que en el Uno no puede haber un conflicto o separación real, es algo que en última estancia es ilusorio antinatural. Por lo que lo natural serán cualidades del uno: la conexión, empatía, compasión, aceptación,amor, relación, fraternidad... Así que dentro de cada expresión de la separatividad, podremos encontrar el uno, la conexión.
En segundo lugar, el entender que las cosas no nos pasan a nosotros, pasan en "nosotros", el entender que las cosas son un conjunto de percepciones, nos acerca a una práctica de " Escucha", sensibilización, y no tanto a una práctica de hacerle al otro cosas o a forzarlo o a forzarnos. Empezamos a darnos cuenta que el propio percibir es una fuerza creativa.
Cuando llegue un ataque, el que sea duro, violento, difícil o fácil, sólo dependerá de mi percepción del mismo. Trabajar en la dirección de afinar, volver más neutra, vacua, suave y relajada mi percepción del ataque, hacerlo más fácil en mí, será el objetivo de la práctica, para sentirme libre y pacífico, disolviendo en "mí" la propia cualidad conflictiva del ataque.
Cuando a través del contacto( cuando ya se ha producido,pero podría ser antes) sentimos bloqueo, dureza, incomodidad... haremos lo necesario para que se transforme esa percepción, mediante el uso de la distancia, la relajación, la forma del cuerpo, el giro, los cambios de ritmo... También deberemos adecuar los pensamientos y emociones que aparecen, para que sea más vacíos, neutros o suaves.
Este es el camino para que lo que aparece como conflicto, se convierta en creación Aiki, para que el dos recupere su esencia de unidad a través de la conexión. Practicar como si estuviéramos solos pero profundamente conectados al otro, sería una expresión que definiría este proceso.
Gestionando, percibiendo, sintiendo los cambios en nuestro cuerpo, en el movimiento... Percibiendo las sensaciones desagradables y neutralizándolas o volviéndolas agradables... Creo que éste es un camino a seguir.
Entonces la práctica se convierte en una transformación del "espacio" que somos, es moldear el espacio donde ocurre todo , y que la mente clasificaría en físico, psíquico y emocional. Moldear para que la acción marcial, pierda su naturaleza ilusoria de separación, y desde ahí resolverla, dirigirla hacia una resolución integrativa, natural, directa y lo más sencilla posible.
El foco de la práctica de aikido no estará en hacerle al otro, sino en hacerme a mí, pero es un mí que también incluye al otro y a todo.
Luis
lunes, 12 de septiembre de 2022
Aiki y Vacuidad
viernes, 12 de agosto de 2022
Aiki expresión del Uno
Conectar cosas,seres, pensamientos y personas es la mayor oración, es el mayor homenaje y acto de gratitud que desde el mundo de la diversidad aparente podemos hacer a la realidad Una que Es.
En el aikido actuamos en esta dirección, ante una de la situaciones donde la separación aparente es más fuerte, es decir, el encuentro marcial, el conflicto.
Es por ello que siento el aikido como una oración de Unidad muy poderosa. Es el Uno abriéndose camino hacia la superfice diversa en forma de conexión, de aiki.
Cada vez que en la práctica diaria, en el día a día, dentro y fuera del tatami, aplicamos el aiki, aplicamos la conectividad y la relación en todo, estamos trayendo a la "superficie" la naturaleza esencial de todo, que sólo necesita del vacío en nosotros para "usarnos" e iluminar.
Cada vez que en la práctica conectamos, armonizamos, enlazamos, estamos purificando la "realidad aparente" a través de su propia Fuente que es la Unidad. No son sólo un conjunto de movimientos, de técnicas, para vencer, que es separar...
El encuentro del aikido debe ser marcial, para purificar la separatividad aparente de lo marcial. Es una herramienta que nace en la vibración de lo marcial, vibración de pura separación. Cuando purificas a través del aiki, una de las vibraciones que expresan mayor separación, purificas todas las vibraciones de separación por debajo de ésta. El aikido, como siento que su fundador quería, se convierte en una oración, en una misión de Paz, que no es otra cosa que la expresión de la Unidad.
En el día a día fuera del tatami, es nuestra elección convertirnos también en aiki (nuestra verdadera naturaleza) e ir disolviendo la separación aparente entre las cosas, seres, pensamientos y personas. Invertir en unir, y no en separar. Para esto es esencial relacionarnos con el vacío, sin miedo, en el núcleo de nuestro ser. Quizás en ese proceso desaparezca una parte grande de nosotros, cultural, la parte que cree tener razón, que cree que está en lo correcto, la que juzga al que está "equivocado", pero en ese proceso de desaparición lo que va apareciendo es el Ser, la presencia total, el Todo.
Luis
martes, 2 de agosto de 2022
Preguntas que llegan después de meditar...
jueves, 28 de julio de 2022
En el vacío de mí...
En el vacío de mí aparece la luz radiante que origina todo o donde todo se origina, personalizada y despersonalizada, de cierta forma, que no llego a entender bien.
martes, 17 de mayo de 2022
lunes, 2 de mayo de 2022
miércoles, 27 de abril de 2022
sábado, 23 de abril de 2022
La ética del Aikido
Creo que una actitud de vacuidad mental (pensamientos y emociones) durante la práctica, es la fuente de la ética pacífica y de no agresión del Aikido, generando al mismo tiempo marcialidad y libertad.
No es el “resultado” de la acción lo que definiría de forma absoluta la ética del aikidoka.
Por supuesto, la práctica de dos expertos aikidokas, nunca debería tener como resultado hacerse daño, y la visión será estética, equilibrada, fluida,natural…
Utilizando conceptos de la esgrima japonesa, y en concreto de la escuela de la “espada de la mente sin morada”, en el aikido, al igual que en esta escuela, el resultado de ai-nuke (donde el resultado final implica que no se dañan los contendientes) sería el resultado deseable y el que se alcanzaría entre expertos de la misma escuela.Este ideal se enfrentaba a la idea del ai-uchi (muerte mutua) , que se consideraba la actitud mental adecuada a la hora del enfrentamiento.
Pero como decía es la actitud mental del aikidoka, una actitud mental serena, vacua, sin intención de agresión o daño es lo que marca el comportamiento ético del aikidoka para mí.
Pero si el compañero de práctica, o el “atacante” entra en una actitud de resistencia, forzar, agredir, obligar…el resultado de la acción de aikido puede dañarle. Pero ese daño ocurrirá como si fuera un “suicidio” un “auto-dañarse”, ya que la actitud mental del aikidoka (con aikidoka estaría sobre todo refiriéndome al que ejecuta la técnica o el que ha alcanzado un alto nivel de comprensión de la vía) se mantiene vacua, “de escucha” de la acción ; liberando los bloqueos,creando vacíos, generando cambios de ritmo necesarios para “liberar” el proceso…
permitiendo así, la aparición de la técnica más natural o adecuada al proceso.
La actitud de la que hablamos no entrará en lucha, ni forzará, ni chocará...
La mayor comprensión del aikido por parte de los dos participantes irá generando acciones sin daño, incluso sin sentirse forzado. El trabajo del atacante estará también ejecutado desde una actitud de serenidad, de escucha del proceso, que aún siendo la parte atacante, le permitirá mantener un trabajo sostenible, fluido y móvil, donde la posibilidad de “derrota” no existe, y la de dañarse tampoco.
Resumiendo, no creo que la ética del aikido, una ética de respeto, protección y paz dependa del resultado de la acción, o de lo cómodo y protegido que se sienta el atacante. Establecerse como objetivo de la práctica el no dañar al otro, el no hacer fuerza, etc, crea muchas limitaciones a la hora de la acción. De hecho creo que limita la posibilidad de "ser", convirtiéndonos en “hacedores” llenos de una moral extraña, que en muchos casos nace de una importante soberbia, incluso inconsciente, que lo que tapa es nuestra verdadera incapacidad de volvernos uno con la acción a través de la escucha y la conexión que aporta el aiki.
Estas limitaciones se observan cuando altos grados sienten dificultades con practicantes noveles. Por supuesto no estoy planteando hacer las cosas sí o sí, pase lo que pase….Lo que estoy planteando es que la actitud mental y física tiene que ser una actitud de libertad, serenidad, y vacío, que nos llevará a convertirnos en parte del “proceso marcial”, dependendiendo en cada caso del rol, pero en definitiva, dejando de ser “ el que hace la técnica “, y pasando a convertirse en ella.
Ante esta actitud, el atacante irá observando qué necesita física y mentalmente para sentirse cada vez más parte del proceso técnico, dejando de sufrirlo. Cuando esta actitud se va adquiriendo, siempre lo digo en clase :“el aikido te protege”.
De manera que el adquirir una actitud de serenidad y vacuidad en la práctica llenara de paz nuestros movimientos,pero no de falta de efectividad ni de libertad (creo que es lo mismo).
El que se acerque al encuentro con un aikidoka ,que haya desarrollado esta comprensión, con tensiones, reactividades, bloqueos, fuerza, se sentirá incómodo y podría incluso hacerse daño, aunque el daño, no será tan fácil que llegue, porque la actitud vacua y conectada del aikidoka, hará que al sentir los bloqueos y las tensiones del atacante, éste se unirá a ellos, liberándolos y no chocando ni forzando. Pero a veces, si la actitud del atacante continúa en la misma dirección, sí puede ser, que los propios movimiento de adaptación y liberación del aikidoka, acaben llevando su incomodidad, a una acción peligrosa para su integridad.
De todas formas desarrollar esta actitud mental, esta sensibilidad y capacidad física, es un trabajo difícil.
L.
miércoles, 9 de febrero de 2022
sábado, 25 de diciembre de 2021
El Eco de lo que somos
Sí vivimos conectados la mayor parte del tiempo a nuestro "ser interior", al que habita en el silencio de mí, los cambios, los conflictos, las tristezas, las pérdidas... se transformaran en abono que fertiliza la tierra de nuestra vida.
El trasiego de la la felicidad a la tristeza, del malestar al bienestar, de la comodidad a la incomodidad, se tornan fuentes de inspiración, semillas de crecimiento, para el que aunque sea a ratos, sepa estar conectado con su ser interior.
No siempre uno es capaz de habitar en nuestro ser profundo. El ser más superficial se pasa el día hablando y haciendo ruido y más ruido que nos hace olvidar lo que somos y lo que "Es". La vida moderna hecha a escala de ese pequeño yo, también es cada vez más " ruidosa" y desconcertante.
Pero por supuesto no es necesario ,ni posible seguramente para la mayoría, si no somos Budas o Bodisatvas o Santos, estar siempre "despierto", conectado. Pero sin embargo, lo que si es accesible para cualquiera, es el "entrenar" o "aprender" a tener siempre presente el "eco" de lo que realmente somos. El sostener ese "eco", ese "recuerdo", es más sencillo que ser un ser totalmente
"despierto", aunque por supuesto requiere de una toma de conciencia y requiere de cierta voluntad que combata la resistencia que el inteligente y sabiondo pequeño yo va a presentar.
Ese "recuerdo" de qué somos en realidad, nos permitirá ampliar o expandir, en los momentos difíciles y en los conflictos, lo que somos, permitiendo que todo aquello que está llegando de fuera y que está de alguna forma golpeando a mi "pequeño yo", sea mirado de una manera más compasiva, comprensiva, diría incluso maternal.
El "eco" sostenido de lo que somos ampliará los límites de nuestro pequeño yo, llevándolo a un potencial mucho más grande, mejor reflejo de su "fuente" ,el ser que habita en el silencio.
Y es desde esa mirada, donde todos los conflictos, retos y sufrimientos se transforman en fertilizante de una vida, de un nuevo caminar, de un nuevo ser más expandido.
El "eco" de nuestro verdadero ser puede sostenerse, bueno, primero despertarse, poniendo al pequeño yo a hacer lo que tiene que hacer.
A través de una "práctica", lecturas, "ritos", imágenes, naturaleza, personas, escritos, silencios, conversaciones.... La verdadera esencia de mí y de todo está constantemente expresándose en todo lo que nos rodea,pero al no ser seres "despiertos", hay cosas que nos hacen olvidar, nos distraen de lo que realmente " Es". Para un iluminado o ser despierto nada lo distrae de lo que "Es", pero los que no estamos ahí, debemos ser más conscientes de "nuestro mundo", trabajar para que aquellas cosas que están en nuestro mundo material y por supuesto en nuestro mundo mental nos traigan el "eco" de lo que somos, de lo que "Es".
Vivimos momentos de mucho sufrimiento, de mucho miedo, de desinformación, manipulación, control casi liberticida, muchos se sienten completamente perdidos, exhaustos, rendidos....
Creo que debemos más que nunca cuidar lo que "entra", lo que ponemos, en nuestro cuerpo y nuestra mente. Debemos cuidar nuestro entorno, nuestra alimentación, lo que oímos y vemos, de quien nos rodeamos y por supuesto debemos prestar atención a lo que sale de nosotros, nuestras palabras, nuestros actos, nuestras omisiones....
Cultivar una "práctica", un entorno, unos compañeros y compañeras de camino que nos recuerden lo que realmente somos, lo que realmente
"Es" todo, imágenes, símbolos, gestos, momentos... y así, todo lo que ocurra, todo lo que nos "golpee "o "acaricie", se convertirá en una oportunidad de crecer, de transcender, incluso para algunos de renacer.
Luis
viernes, 17 de diciembre de 2021
El espíritu del ken para el aikido
El uso del bokken, o de la "imagen" del Ken a la hora de la práctica de manos libres, creo sinceramente nos aporta muchos beneficios, y a diferentes niveles.
martes, 23 de noviembre de 2021
19 aniversario
Hoy es el 19 aniversario de mi dojo, el dojo Musubi de Granada.
Cuando se fundó, la idea era cambiar, mejorar cosas. Hacía mío el mensaje de O sensei de crear un "Reino de los cielos"en la tierra a través de la práctica del Aikido.
Desde entonces he cometido todos los errores que se podían cometer, bueno no todos, y creo que también, he hecho muchas cosas buenas en la dirección de aportar algo transformador a la sociedad en la que vivo.
Pero sobre todo han sido 19 años donde el principal cambio lo he ido viviendo yo, y los que han caminado conmigo.
El Dojo y todos los alumnos que han pasado y están en él me han ayudado a transformarme, en lo que hoy creo que es una mejor versión de mí.
Y se que éste, es sin lugar a dudas, el camino para transformar y mejorar nuestro entorno.
En el budismo Shin, de la Tierra pura, se busca refugio en el Buda Amida. El Buda Amida, a través de alcanzar la budeidad, al despertar su naturaleza búdica, se propuso y consiguió crear una "Tierra Pura" ,llena de todas las perfecciones necesarias para que quien renazca en ella pueda alcanzar la iluminación fácilmente. Es un lugar de amor, sabiduría y belleza, que nace de la transformación que Amida hizo de sí mismo, al despertar a su naturaleza búdica, y proponerse crear un lugar donde liberar del sufrimiento(samsara) a todos los seres sintientes.
Para mí es muy inspirador esto. Y creo que marca el camino de la mejora de nuestra realidad. La transformación interior, el despertar a nuestra realidad última que es la realidad última de todo el cosmos, puede transformar, crear una "Tierra Pura", un lugar donde el entorno nos incite, nos empuje a la liberación de nuestras limitaciones, para abrirnos a nuestra naturaleza luminosa.
Creo que O sensei hablaba de esto cuando expresaba que la humanidad era una gran familia, y que el Aiki era el idioma de los dioses, que todo venía del uno, que era posible usar el Aikido para construir un mundo en paz o que él era el Universo.
La vía del Aiki nos pone delante nuestros "demonios", a nuestro principal enemigo que no es otro que nuestro pequeño yo.
Todo aquello que hace que "nuestro universo" sea pequeño. La vía del Aikido nos enseña a andar la tierra de acuerdo a nuestro verdadero ser, y nos responsabiliza de mejorar el mundo a través del Aiki. Nos hace guerreros de paz, que es la más dura de las luchas y la menos pacífica, y en todo este proceso vamos transformando la realidad que nos rodea.
El Dojo, es ese lugar donde podemos tirar esas barreras, donde comenzamos la batalla y a través del camino marcial, destapamos el universo que se expresa a través de nosotros.
Un espacio de hermandad, trabajo duro, voluntad, disfrute, sufrimiento, decepción, ilusión,compromiso,valor, constancia... Todo lo necesario para romper los límites de nuestro pequeño yo, acompañados de una familia marcial que nunca te deja solo y que camina a tu lado día a día.
Nacemos y morimos cada día, realmente en cada respiración. El Aikido y el dojo como espacio, debería impulsarnos a que el que nace cada día, el que nace en cada respiración,sea una versión más completa y mejorada del anterior.
Todo esto que digo es lo que deseo y pretendo con mi Dojo, con nuestro Dojo, y con la práctica de mi-nuestro Aikido.
19 años después seguimos en el camino, y el dojo aunque más viejo en apariencia, lo siento más fuerte y renovado que nunca,y yo sigo tan ilusionado o más que el primer día, y eso es gracias a todos y cada uno de vosotros.
Gracias
Feliz aniversario a todos.