MUSUBI AIKIDO GRANADA
Este blog trata sobre la via que marca mis pasos: el Aikido. Y por supuesto de todas esas cosas que considero relacionadas con el principio del Aiki. Aquí podréis compartir conmigo el camino que empecé hace años y que hoy toma la forma física de una escuela de Aikido,y sobre todo un montón de alumnos a los que les debo algo tan importante como es la posibilidad de dedicarme a mi pasión.A todos vosotros, mis alumnos, os doy las GRACIAS por permitirme crecer, por permitirme VIVIR.
martes, 17 de mayo de 2022
lunes, 2 de mayo de 2022
miércoles, 27 de abril de 2022
sábado, 23 de abril de 2022
La ética del Aikido
Creo que una actitud de vacuidad mental (pensamientos y emociones) durante la práctica, es la fuente de la ética pacífica y de no agresión del Aikido, generando al mismo tiempo marcialidad y libertad.
No es el “resultado” de la acción lo que definiría de forma absoluta la ética del aikidoka.
Por supuesto, la práctica de dos expertos aikidokas, nunca debería tener como resultado hacerse daño, y la visión será estética, equilibrada, fluida,natural…
Utilizando conceptos de la esgrima japonesa, y en concreto de la escuela de la “espada de la mente sin morada”, en el aikido, al igual que en esta escuela, el resultado de ai-nuke (donde el resultado final implica que no se dañan los contendientes) sería el resultado deseable y el que se alcanzaría entre expertos de la misma escuela.Este ideal se enfrentaba a la idea del ai-uchi (muerte mutua) , que se consideraba la actitud mental adecuada a la hora del enfrentamiento.
Pero como decía es la actitud mental del aikidoka, una actitud mental serena, vacua, sin intención de agresión o daño es lo que marca el comportamiento ético del aikidoka para mí.
Pero si el compañero de práctica, o el “atacante” entra en una actitud de resistencia, forzar, agredir, obligar…el resultado de la acción de aikido puede dañarle. Pero ese daño ocurrirá como si fuera un “suicidio” un “auto-dañarse”, ya que la actitud mental del aikidoka (con aikidoka estaría sobre todo refiriéndome al que ejecuta la técnica o el que ha alcanzado un alto nivel de comprensión de la vía) se mantiene vacua, “de escucha” de la acción ; liberando los bloqueos,creando vacíos, generando cambios de ritmo necesarios para “liberar” el proceso…
permitiendo así, la aparición de la técnica más natural o adecuada al proceso.
La actitud de la que hablamos no entrará en lucha, ni forzará, ni chocará...
La mayor comprensión del aikido por parte de los dos participantes irá generando acciones sin daño, incluso sin sentirse forzado. El trabajo del atacante estará también ejecutado desde una actitud de serenidad, de escucha del proceso, que aún siendo la parte atacante, le permitirá mantener un trabajo sostenible, fluido y móvil, donde la posibilidad de “derrota” no existe, y la de dañarse tampoco.
Resumiendo, no creo que la ética del aikido, una ética de respeto, protección y paz dependa del resultado de la acción, o de lo cómodo y protegido que se sienta el atacante. Establecerse como objetivo de la práctica el no dañar al otro, el no hacer fuerza, etc, crea muchas limitaciones a la hora de la acción. De hecho creo que limita la posibilidad de "ser", convirtiéndonos en “hacedores” llenos de una moral extraña, que en muchos casos nace de una importante soberbia, incluso inconsciente, que lo que tapa es nuestra verdadera incapacidad de volvernos uno con la acción a través de la escucha y la conexión que aporta el aiki.
Estas limitaciones se observan cuando altos grados sienten dificultades con practicantes noveles. Por supuesto no estoy planteando hacer las cosas sí o sí, pase lo que pase….Lo que estoy planteando es que la actitud mental y física tiene que ser una actitud de libertad, serenidad, y vacío, que nos llevará a convertirnos en parte del “proceso marcial”, dependendiendo en cada caso del rol, pero en definitiva, dejando de ser “ el que hace la técnica “, y pasando a convertirse en ella.
Ante esta actitud, el atacante irá observando qué necesita física y mentalmente para sentirse cada vez más, parte del proceso técnico, dejando de sufrirlo. Cuando esta actitud se va adquiriendo, siempre lo digo en clase :“el aikido te protege”.
De manera que el adquirir una actitud de serenidad y vacuidad en la práctica llenara de paz nuestros movimientos,pero no de falta de efectividad ni de libertad (creo que es lo mismo).
El que se acerque al encuentro con un aikidoka ,que haya desarrollado esta comprensión, con tensiones, reactividades, bloqueos, fuerza, se sentirá incómodo y podría incluso hacerse daño, aunque el daño, no será tan fácil que llegue, porque la actitud vacua y conectada del aikidoka, hará que al sentir los bloqueos y las tensiones del atacante, éste se unirá a ellos, liberándolos y no chocando ni forzando. Pero a veces, si la actitud del atacante continúa en la misma dirección, sí puede ser, que los propios movimiento de adaptación y liberación del aikidoka, acaben llevando su incomodidad, a una acción peligrosa para su integridad.
De todas formas desarrollar esta actitud mental, esta sensibilidad y capacidad física, es un trabajo difícil.
L.
miércoles, 9 de febrero de 2022
sábado, 25 de diciembre de 2021
El Eco de lo que somos
Sí vivimos conectados la mayor parte del tiempo a nuestro "ser interior", al que habita en el silencio de mí, los cambios, los conflictos, las tristezas, las pérdidas... se transformaran en abono que fertiliza la tierra de nuestra vida.
El trasiego de la la felicidad a la tristeza, del malestar al bienestar, de la comodidad a la incomodidad, se tornan fuentes de inspiración, semillas de crecimiento, para el que aunque sea a ratos, sepa estar conectado con su ser interior.
No siempre uno es capaz de habitar en nuestro ser profundo. El ser más superficial se pasa el día hablando y haciendo ruido y más ruido que nos hace olvidar lo que somos y lo que "Es". La vida moderna hecha a escala de ese pequeño yo, también es cada vez más " ruidosa" y desconcertante.
Pero por supuesto no es necesario ,ni posible seguramente para la mayoría, si no somos Budas o Bodisatvas o Santos, estar siempre "despierto", conectado. Pero sin embargo, lo que si es accesible para cualquiera, es el "entrenar" o "aprender" a tener siempre presente el "eco" de lo que realmente somos. El sostener ese "eco", ese "recuerdo", es más sencillo que ser un ser totalmente
"despierto", aunque por supuesto requiere de una toma de conciencia y requiere de cierta voluntad que combata la resistencia que el inteligente y sabiondo pequeño yo va a presentar.
Ese "recuerdo" de qué somos en realidad, nos permitirá ampliar o expandir, en los momentos difíciles y en los conflictos, lo que somos, permitiendo que todo aquello que está llegando de fuera y que está de alguna forma golpeando a mi "pequeño yo", sea mirado de una manera más compasiva, comprensiva, diría incluso maternal.
El "eco" sostenido de lo que somos ampliará los límites de nuestro pequeño yo, llevándolo a un potencial mucho más grande, mejor reflejo de su "fuente" ,el ser que habita en el silencio.
Y es desde esa mirada, donde todos los conflictos, retos y sufrimientos se transforman en fertilizante de una vida, de un nuevo caminar, de un nuevo ser más expandido.
El "eco" de nuestro verdadero ser puede sostenerse, bueno, primero despertarse, poniendo al pequeño yo a hacer lo que tiene que hacer.
A través de una "práctica", lecturas, "ritos", imágenes, naturaleza, personas, escritos, silencios, conversaciones.... La verdadera esencia de mí y de todo está constantemente expresándose en todo lo que nos rodea,pero al no ser seres "despiertos", hay cosas que nos hacen olvidar, nos distraen de lo que realmente " Es". Para un iluminado o ser despierto nada lo distrae de lo que "Es", pero los que no estamos ahí, debemos ser más conscientes de "nuestro mundo", trabajar para que aquellas cosas que están en nuestro mundo material y por supuesto en nuestro mundo mental nos traigan el "eco" de lo que somos, de lo que "Es".
Vivimos momentos de mucho sufrimiento, de mucho miedo, de desinformación, manipulación, control casi liberticida, muchos se sienten completamente perdidos, exhaustos, rendidos....
Creo que debemos más que nunca cuidar lo que "entra", lo que ponemos, en nuestro cuerpo y nuestra mente. Debemos cuidar nuestro entorno, nuestra alimentación, lo que oímos y vemos, de quien nos rodeamos y por supuesto debemos prestar atención a lo que sale de nosotros, nuestras palabras, nuestros actos, nuestras omisiones....
Cultivar una "práctica", un entorno, unos compañeros y compañeras de camino que nos recuerden lo que realmente somos, lo que realmente
"Es" todo, imágenes, símbolos, gestos, momentos... y así, todo lo que ocurra, todo lo que nos "golpee "o "acaricie", se convertirá en una oportunidad de crecer, de transcender, incluso para algunos de renacer.
Luis
viernes, 17 de diciembre de 2021
El espíritu del ken para el aikido
El uso del bokken, o de la "imagen" del Ken a la hora de la práctica de manos libres, creo sinceramente nos aporta muchos beneficios, y a diferentes niveles.
martes, 23 de noviembre de 2021
19 aniversario
Hoy es el 19 aniversario de mi dojo, el dojo Musubi de Granada.
Cuando se fundó, la idea era cambiar, mejorar cosas. Hacía mío el mensaje de O sensei de crear un "Reino de los cielos"en la tierra a través de la práctica del Aikido.
Desde entonces he cometido todos los errores que se podían cometer, bueno no todos, y creo que también, he hecho muchas cosas buenas en la dirección de aportar algo transformador a la sociedad en la que vivo.
Pero sobre todo han sido 19 años donde el principal cambio lo he ido viviendo yo, y los que han caminado conmigo.
El Dojo y todos los alumnos que han pasado y están en él me han ayudado a transformarme, en lo que hoy creo que es una mejor versión de mí.
Y se que éste, es sin lugar a dudas, el camino para transformar y mejorar nuestro entorno.
En el budismo Shin, de la Tierra pura, se busca refugio en el Buda Amida. El Buda Amida, a través de alcanzar la budeidad, al despertar su naturaleza búdica, se propuso y consiguió crear una "Tierra Pura" ,llena de todas las perfecciones necesarias para que quien renazca en ella pueda alcanzar la iluminación fácilmente. Es un lugar de amor, sabiduría y belleza, que nace de la transformación que Amida hizo de sí mismo, al despertar a su naturaleza búdica, y proponerse crear un lugar donde liberar del sufrimiento(samsara) a todos los seres sintientes.
Para mí es muy inspirador esto. Y creo que marca el camino de la mejora de nuestra realidad. La transformación interior, el despertar a nuestra realidad última que es la realidad última de todo el cosmos, puede transformar, crear una "Tierra Pura", un lugar donde el entorno nos incite, nos empuje a la liberación de nuestras limitaciones, para abrirnos a nuestra naturaleza luminosa.
Creo que O sensei hablaba de esto cuando expresaba que la humanidad era una gran familia, y que el Aiki era el idioma de los dioses, que todo venía del uno, que era posible usar el Aikido para construir un mundo en paz o que él era el Universo.
La vía del Aiki nos pone delante nuestros "demonios", a nuestro principal enemigo que no es otro que nuestro pequeño yo.
Todo aquello que hace que "nuestro universo" sea pequeño. La vía del Aikido nos enseña a andar la tierra de acuerdo a nuestro verdadero ser, y nos responsabiliza de mejorar el mundo a través del Aiki. Nos hace guerreros de paz, que es la más dura de las luchas y la menos pacífica, y en todo este proceso vamos transformando la realidad que nos rodea.
El Dojo, es ese lugar donde podemos tirar esas barreras, donde comenzamos la batalla y a través del camino marcial, destapamos el universo que se expresa a través de nosotros.
Un espacio de hermandad, trabajo duro, voluntad, disfrute, sufrimiento, decepción, ilusión,compromiso,valor, constancia... Todo lo necesario para romper los límites de nuestro pequeño yo, acompañados de una familia marcial que nunca te deja solo y que camina a tu lado día a día.
Nacemos y morimos cada día, realmente en cada respiración. El Aikido y el dojo como espacio, debería impulsarnos a que el que nace cada día, el que nace en cada respiración,sea una versión más completa y mejorada del anterior.
Todo esto que digo es lo que deseo y pretendo con mi Dojo, con nuestro Dojo, y con la práctica de mi-nuestro Aikido.
19 años después seguimos en el camino, y el dojo aunque más viejo en apariencia, lo siento más fuerte y renovado que nunca,y yo sigo tan ilusionado o más que el primer día, y eso es gracias a todos y cada uno de vosotros.
Gracias
Feliz aniversario a todos.
miércoles, 3 de noviembre de 2021
sábado, 23 de octubre de 2021
Escucha, pensamientos sencillos y espada
En mis clases suelo hablar de usar pensamientos sencillos. Creo que los pensamientos sencillos provienen de "hábitar" el mayor tiempo posible en un estado mental de "escucha-quietud". Es a partir de ese estado, y cuando el proceso en el que estamos inmerso lo requiere, casi diría que lo pide, es cuando aparece el pensamiento sencillo, la decisión simple, que suele ser la más directa , eficiente y al mismo tiempo sostenible y equilibrada (marcial).
domingo, 26 de septiembre de 2021
jueves, 2 de septiembre de 2021
Una forma de mirar: todo es un proceso
La serenidad, la adaptabilidad, la fluidez, la naturaleza, la conexión, la sencillez.Estos son para mí quizás los pilares o varios pilares del camino del aikidoka.
Creo que la adquisición de estas capacidades a través de una práctica marcial, son parte del que podría ser el objetivo del Aikido. Mi sensei, Endo Seishiro, dice que cree que en última instancia el objetivo del aikido es la libertad, y estoy totalmente de acuerdo, ya que creo que el camino del aikido es un camino de liberación.
Estas capacidades que he enumerado antes , creo que son elementos esenciales hacia la libertad.
A veces los praticantes de aikido hablan de que el aikido hay que llevarlo fuera del tatami, pero en este aspecto creo que hay diferentes formas de sentirlo o aplicarlo.
Para mí, no existe la frontera entre dentro y fuera del dojo. En mi búsqueda o mejor dicho en mi transitar la vía, intento convertirme en aikido, en clase lo digo mucho, y también digo, que es necesario cambiar la forma de mirar.
Mirar suave, bonito; mirar conectado; mirar sereno; mirar ecuánime y sencillo; tener siempre presente en nuestra mirada la naturaleza, su belleza y nuestra conexión con ella….creo que esta forma de mirar debería convertirse en el mirar del aikidoka. Hasta que la forma de mirar no cambia, creo que la propia práctica no avanza.
Hace poco en clase,hablaba de una forma de sentir el encuentro, que creo ayuda a desarrollar este mirar.
Hablaba de sentir todo como un “proceso”.
Creo que nada tiene una existencia individualizada y propia. Creo que todo es un proceso y ese proceso es algo conectado, o dicho de otra manera, todo proceso es una inter-relación,compuesta por un montón de elementos conectados entre sí.
Pero para identificar el proceso que es cualquier realidad, es necesaria la serenidad en el mirar, la sencillez ( intentando mirar y no “ mirarse” cuando se mira) dejando que nuestra mirada, como si fuera agua o el viento, penetre a través de la superficie y se mezcle con los elementos que forman el proceso.
En ese instante, nos damos cuenta que formamos parte del proceso, y es, en ese instante, cuando podemos formar parte de la solución o la evolución de ese proceso.
En el caso de la práctica diaria, desaparecerá el carácter de “ataque” de la acción de uke para convertirse en un proceso donde me estoy integrando( por supuesto uke debe generar una energía de ataque o la transformación no tendrá lugar).
Esta forma de mirar, nos dará una posición esencial dentro del proceso, liberados de cualquier emoción negativa, nos permitirá liderar la resolución, o el desarrollo del encuentro. El ataque, en definitiva, es visto como un montón de elementos que interactúan entre sí y conmigo mismo, y que puedo ir usándolos, para llegar al final del proceso que considere más oportuno.
La adaptabilidad, la quietud y la fluidez, semejante a las características de las fuerzas de la naturaleza, exentas de personalidad egoica( el viento, el agua...), son las actitudes necesarias para aceptar y adaptarnos a los elementos que van conformando el proceso.
Si nos quedamos sólo con una visión superficial, y encadenada a nuestros pensamientos o sentimientos, lo que está ocurriendo será visto como un ataque que tengo que evitar, que me puede dañar y que debo huir o someterlo o ganar.
Desde esa forma de mirar se puede vencer sin lugar a dudas, posiblemente sea más rápido el aprenderlo, pero no se producirá el aiki, la unión, la ausencia de enemigo,que O sensei quería transmitir con su Do( bueno esa es mi visión desde luego)y que en definitiva, es la acción alquímica, transformadora que el aikido trajo al mundo del Budo.
La observación de la naturaleza, el implicarnos en ella, nos hace sentir de forma inmediata el proceso que es la vida, y nuestra pertenencia a ese proceso. Es por ello,las recomendaciones de O sensei acerca de entender a la naturaleza como nuestro mentor, siendo muy importante darnos cuenta, que no existe la separación entre la naturaleza y yo, porque tampoco existe la separación entre el otro y yo, ya que todos formamos y somos parte de un mismo gran Proceso.
El repetir una y otra vez nuestra práctica marcial, los movimientos, los ejercicios, la relación aiki con el compañero, permite adentrarnos en los elementos que componen el proceso, la relación marcial, dándonos cuenta así de las actitudes y herramientas que son necesarias para adentrarnos más y más, pudiendo así liderar el desarrollo y la resolución del proceso marcial iniciado.
Pero no olvidemos que el camino que hemos elegido es un camino marcial. Las herramientas que usamos para la liberación o transformación son marciales, la nuestra es una práctica marcial en sus formas.
Dicho sea de paso,para mí no hay práctica espiritual que no sea marcial, y no me refiero por supuesto a las formas.
El que haya un espíritu marcial, es algo muy necesario, ya que necesitamos del conflicto marcial ( y por tanto de la etiqueta y la relación marcial )para que la dificultad,que éste supone, más o menos grande, más o menos física, se convierta en el martillo y el yunque donde ir purificando el metal de nuestra personalidad, para dejar espacio a las habilidades de nuestro ser más íntimo, consiguiendo así, una mejor versión de nosotros mismos.
En este camino, vaciarnos de nosotros mismos (se puede leer mi último escrito sobre el vacío) para que aflore la consciencia de nuestro lugar en el proceso, y transformarnos en lo necesario en cada caso, es fundamental.
Al transformar nuestra forma de mirar, al adquirir las cualidades del aikido, la vida en general cambia. No es necesario ningún esfuerzo, porque no consiste en hacer nada ni crear nada, sino en ser aikido.
Se puede ver a aikidokas de años que se interesan por lecturas espirituales, por la meditación, por visitar o incluso vivir más en contacto con la naturaleza, incluso introduciéndola en sus propios hogares a través de plantas,detalles, imágenes…
El aikidoka de años puede también empezar a ver las situaciones con ecuanimidad y sencillez, no siendo reactivo, ni criticón, sino conectándose a personas y situaciones que quizás no comparte, comprendiendo y mirando con mayor suavidad.
Quizás debería aparecer también, producto de esa ecuanimidad y estado de conexión,una actitud más compasiva, producto de ver sencillo y sentirse conectado a cualquier realidad, aunque sea distinta a la de uno.
No hay mayor reflejo de la naturaleza en una forma de ser, que el respeto por la diversidad.
Creo que el aikido es un camino marcial por sus herramientas de expresión y práctica, pero como decía O sensei, lo que es claramente , es un camino espiritual cuya pretensión trasciende al dojo, va a lo profundo del ser humano y por tanto incluye al mundo.
Ahora quizás cabría preguntarse : ¿mi práctica diaria me acerca a estas capacidades, a esta forma de mirar, a esta forma de ser…?
¿Me siento dividido entre quien soy en el tatami y quien soy fuera del dojo?¿Permito que las enseñanzas del aiki entren en mí para transformar hasta aquello que considero que no hay que transformar ( opiniones,creencias…)?
Luis Mochón
jueves, 19 de agosto de 2021
La maestra naturaleza.
domingo, 1 de agosto de 2021
El vacío
El vacío, es algo de lo que los grandes maestros siempre hablan, como una condición esencial de la mente-cuerpo, para abordar la práctica marcial. Miyamoto Musashi dedica su último capítulo de los Cinco Anillos al vacío, y en las palabras y escritos de O sensei aparece de forma habitual este concepto.
martes, 20 de julio de 2021
There is no next.
sábado, 5 de junio de 2021
El yo-tiempo =miedo
Somos vida
La vida es creadora
La vida crea el yo-tiempo
El miedo habita en el tiempo
Cuando no hay tiempo no hay nada que de a luz al miedo.
El tiempo es una ilusión, pero una ilusión poderosa
Tanto que identificamos el Soy, con él.
Construye y se construye del ayer y del mañana.
La Acción pura no tiene relación con el miedo
La acción impura puede provenir del miedo
Es reacción
La quietud y el silencio tampoco tienen miedo. Son acciones puras
Pureza
Acciones sencillas
Palabras simples
Silencios vacuos
En lo bueno y lo malo...hay miedo
El miedo consume vida
Consume verdad
Acción pura, no correcta
No-acción como acción
La acción pura carece de tiempo....no hay miedo
La acción pura es pre-tiempo
Debilita el miedo
Pensar es tiempo
El instante es vida
Somos instantes
Somos vida
Al pensar creamos distancia
Distancia con la vida
Y acercamos el miedo
....
Respira
Calla
No esperes
No hagas mientras no
dejas de hacer
Actúa
Purifica
No hay tiempo
No hay miedo
Hay Vida
Eres vida
Pero recuerda
la vida tiene el poder de generar el tiempo.
Y el miedo le sigue de cerca
No generes
No esperes
Se
Tan sólo se
Y todo será como tenía que ser.