sábado, 26 de mayo de 2012

Reacciona después de percibir........

"El capítulo de Chuang Tzu sobre el trabajo mental dice: "reacciona después de percibir, muevete después de que te empujen".
Percibir significa recibir el efecto de los sentimientos; significa que la energía mortal del enemigo se te clava en el corazón. Reaccionar significa prestar atención. Esto significa que si prestas atención cuando la energía mortal del enemigo te hace efecto en la mente, puedes detenerla antes de que brote. Sólo asestas el golpe cuando la espada de tu adversario te llega al cuerpo; así puedes aprovechar el fin de la energía. Esto mismo es lo que quieren decir los versos:

La espada de Lu Shi
responde a la agresión,
actúa por el sentido,
se adapta sin fin,
pues no tiene forma.

El capítulo de Chuang Tzu sobre espada dice: "El buen espadachín lanza el golpe después de su rival, pero lo hiere antes".

Hirayama Heigen (1759-1828) 

Extraido del libro de Thomas Cleary "La mente del samurai" Una antología del bushido

domingo, 20 de mayo de 2012

La mente del samurai

"Los guerreros deben guardarse su valor dentro, sin exhibirlo externamente. Esto se puede conseguir de manera espontánea cuando se ha estudiado tanto la cultura como las armas. Pero en el caso de los que sólo atienden al camino del guerrero, cuando son tan jóvenes que no han llegado a templar sus artes mentales, hay quienes los consideran débiles o caprichosos sin razón. Si se guardan dentro el valor, este se manifestará externamente sin falta. Como dice un viejo adagio: "El río que esconde perlas es hermoso; la montaña que oculta jade es lustrosa".
También existen personas inmorales que son violentas y viciosas por naturaleza. Todos deben ser instruidos después de haberse puesto a prueba sus palabras y sus obras.
Según las costumbres modernas, las personas amables y delicadas son débiles y blandas, mientras los que son valientes y arrojados son rudos y violentos. Por ello, primero se les debe enseñar a leer y familiarizarlos con el Camino, y que sólo entonces empiecen a estudiar las artes marciales. Cuando se estudia de esta manera, no existirá ninguna de las dos corrupciones, ni la debilidad blanda ni la violencia ruda."

Izawa Nagahide
Extraido del libro "La mente del samurai" Edición y traducción de Thomas Cleary

jueves, 17 de mayo de 2012

Crónica seminario de Güejar Sierra, por Antonio Laguna.


“La mayor de las perfecciones parece imperfecta
pero su ejercicio es inagotable.
La mayor plenitud parece vacía,
pero su función es imperecedera.
La mayor rectitud parece torcida.
La mayor habilidad parece torpeza.
La mayor elocuencia suena tartamuda.
El movimiento vence al frío, pero la calma vence al calor.
Lo pacífico y sereno es la norma del mundo.”

                                                                                     Lao Tsé


La tortuosa subida hasta Güejar nos obliga ya a afrontar la actitud de estar totalmente dispuesto, parece todo formar parte de un plan premeditado. De lo contrario se vuelve exigente y peligrosa. Es necesario estar totalmente ahí, no se puede subir a medias una carretera como esa, sobretodo si es la primera vez. Y no hay rutas alternativas. Exactamente lo mismo que un curso de Luis, que una clase en su dojo, que una conversación en el hotel. De lo contrario se vuelve exigente y peligroso. Pero la subida hasta Güejar es también bellísima, como un paisaje de Xu Wei, sobrecogedora. Luis lo ha planeado todo, estoy seguro.

En Aikido saludamos a nuestro compañero mirando al suelo, le perdemos de vista durante un instante para mostrar nuestra confianza ciega, saludamos también al principio y al final de cada sesión de práctica, repetimos las mismas fórmulas establecidas (onegai shimasu). Tengo la sensación después de este encuentro de que estos son los únicos actos que realizamos de forma asidua, automática. Lo que llena un dojo de espíritu marcial no son las antiguas formas de kihon, ni las posturas envaradas, ni los gestos serios. Naturalidad y libertad son palabras manoseadas, pero no deben perder su sentido. Kodo Sawaki nos decía: “Como ser humano, deberías hacer cualquier cosa de manera que no puedas repetirla una segunda vez. Si puedes repetirla, mejor que la haga un robot.”

La vida no corre sobre raíles.

Luis tiene la incisiva capacidad de mover los cimientos más estables de cualquiera, no sólo de sus alumnos más avanzados, sino también de otros maestros, con criterio, con respeto, pero constantemente desmontando las ideas que se van solidificando en la mente de uno para hacer que se formen aquellas que suelen tender hacia la naturalidad, sin generar fórmulas, nos repite siempre los principios a medida que practicamos en el dojo, es decir, te indica el “porqué”, pero nunca el “cómo”, ese es tu trabajo. Como un tábano que vuela a tu alrededor en una comida en el campo, si realmente quieres aprender, por suerte Luis no te dejará tranquilo.

“El Aikido puede ser cualquier cosa menos correcto” Ha sido la gran bofetada de este curso de Güejar. Tan profunda que hasta hoy todavía no he dormido una noche tranquilo. A los que aún nos debatimos con la forma nos dice Luis que nos falta un centro irradiante con el cual la técnica se mueve en un terreno que no es ni simulado ni descuidado, ni relajado ni rígido, sino simplemente una forma viva que no deja de transformarse y adaptarse. La forma pasa a ser la expresión de una vida interior que es a su vez enemiga y destructora de todo rasgo técnico identificable. “Sé inestable en la estabilidad y estable en la inestabilidad”, “sé caótico en el orden”, “haz Aikido como un maestro borracho, un drunken master”, son expresiones demasiado desnudas y demasiado verdad como para que yo las pueda digerir con una sola siesta. Duelen, emocionan y motivan. Pero sobretodo duelen.

Como una linterna enfocada a la cara.

Todavía no me he recuperado de este palazo, así que poco más puedo decir. Dar las gracias enormemente a Luis y decirte que aunque la próxima vez que nos veamos será dentro de un mes, deberíamos de vernos mañana. A Guillermo por su infinita paciencia y organizar un curso en un lugar que no puede ser más bonito.

lunes, 14 de mayo de 2012

LA MENTE-VACIO



"Suponemos que esta mente-vacio no es nada por el hecho de ser invisible; sin embargo, cuando la mente-vacío se mueve, hace toda clase de cosas. Empuñar la espada con las manos, dar zancadas con los pies, todo tipo de maravillas son producto de la acción de este vacío, de esta mente.
Es difícil comprender esta mente leyendo libros o escuchando discursos.
Dado que todas las acciones humanas, incluso los prodigios, son producto de la mente, esta mente está también en el universo: la llamamos la mente del universo. Cuando esta mente se mueve hay truenos y relámpagos, lluvia y vientos; [...]
Así en el contexto del universo, el vacio es el señor del universo; y en el contexto del cuerpo humano, es el maestro del cuerpo humano. Al danzar es el maestro de la danza; actuando, es el maestro dramático. Al disparar, es el maestro del arco y del cañón; al cabalgar es el maestro del caballo. Si hay una desviación en el maestro, uno no puede cabalgar o dar en el blanco.
Cuando la mente ha encontrado su propio lugar y posición en el cuerpo, uno es libre en todos los senderos. Es importante encontrar esta mente y comprenderla.[...]
Cuando las personas están iluminadas, todo lo que hacen , todas sus acciones físicas serán directas. Si las personas no son rectas, dificilmente se las podra llamar iluminadas. La mente recta, directa, es llamada la mente original o la mente del Camino. La mente contaminada, desviada, es llamada falsa o errática, y es la mentalidad humana ordinaria.[...] A pesar de que diga estas palabras, para mí es difícil tener una mente directa y recta, y conducirme de manera acorde con dicha mente; sin embargo, lo escribo así porque es el Camino. Aun así, en las artes marciales, la técnica no puede perfeccionarse hasta que la mente no sea recta y el cuerpo, manos y pies estén de acuerdo. A pesar de que nuestra conducta cotidiana no es acorde con el Camino, en el sendero de las artes marciales este logro del Camino, es imprescindible."

Yagyu Munenori