sábado, 25 de diciembre de 2021

El Eco de lo que somos

Sí vivimos conectados la mayor parte del tiempo a nuestro "ser interior", al que habita en el silencio de mí, los cambios, los conflictos, las tristezas, las pérdidas... se transformaran en abono que fertiliza la tierra de nuestra vida. 

El trasiego de la la felicidad a la tristeza, del malestar al bienestar, de la comodidad a la incomodidad, se tornan fuentes de inspiración, semillas de crecimiento, para el que aunque sea a ratos, sepa estar conectado con su ser interior. 

No siempre uno es capaz de habitar en nuestro ser profundo. El ser más superficial se pasa el día hablando y haciendo ruido y más ruido que nos hace olvidar lo que somos y lo que "Es". La vida moderna hecha a escala de ese pequeño yo, también es cada vez más " ruidosa" y desconcertante. 

Pero por supuesto no es necesario ,ni posible seguramente para la mayoría, si no somos Budas o Bodisatvas o Santos, estar siempre "despierto", conectado. Pero sin embargo, lo que si es accesible para cualquiera, es el "entrenar" o "aprender" a tener siempre presente el "eco" de lo que realmente somos. El sostener ese "eco", ese "recuerdo", es más sencillo que ser un ser totalmente 

"despierto", aunque por supuesto requiere de una toma de conciencia y requiere de cierta voluntad que combata la resistencia que el inteligente y sabiondo pequeño yo va a presentar.

Ese "recuerdo" de qué somos en realidad, nos permitirá ampliar o expandir, en los momentos difíciles y en los conflictos, lo que somos, permitiendo que todo aquello que está llegando de fuera y que está de alguna forma golpeando a mi "pequeño yo", sea mirado de una manera más compasiva, comprensiva, diría incluso maternal. 

El "eco" sostenido de lo que somos ampliará los límites de nuestro pequeño yo, llevándolo a un potencial mucho más grande, mejor reflejo de su "fuente" ,el ser que habita en el silencio. 

Y es desde esa mirada, donde todos los conflictos, retos y sufrimientos se transforman en fertilizante de una vida, de un nuevo caminar, de un nuevo ser más expandido. 

El "eco" de nuestro verdadero ser puede sostenerse, bueno, primero  despertarse, poniendo al pequeño yo a hacer lo que tiene que hacer. 

A través de una "práctica", lecturas, "ritos", imágenes, naturaleza, personas, escritos, silencios, conversaciones.... La verdadera esencia de mí y de todo está constantemente expresándose en todo lo que nos rodea,pero al no ser seres   "despiertos", hay cosas que nos hacen olvidar, nos distraen de lo que realmente " Es". Para un iluminado o ser despierto nada lo distrae de lo que "Es", pero los que no estamos ahí, debemos ser más conscientes de "nuestro mundo", trabajar para que aquellas cosas que están en nuestro mundo material y por supuesto en nuestro mundo mental nos traigan el "eco" de lo que somos, de lo que "Es".

Vivimos momentos de mucho sufrimiento, de mucho miedo, de desinformación, manipulación, control casi liberticida, muchos se sienten completamente perdidos, exhaustos, rendidos.... 

Creo que debemos más que nunca cuidar lo que "entra", lo que ponemos, en nuestro cuerpo y nuestra mente. Debemos cuidar nuestro entorno, nuestra alimentación, lo que oímos y vemos, de quien nos rodeamos y por supuesto debemos prestar atención a lo que sale de nosotros, nuestras palabras, nuestros actos, nuestras omisiones.... 

Cultivar una "práctica", un entorno, unos compañeros y compañeras de camino que nos recuerden lo que realmente somos, lo que realmente 

"Es" todo, imágenes, símbolos, gestos, momentos... y así, todo lo que ocurra, todo lo que nos "golpee "o "acaricie", se convertirá en una oportunidad de crecer, de transcender, incluso para algunos de renacer. 


Luis


viernes, 17 de diciembre de 2021

El espíritu del ken para el aikido



 El uso del bokken, o de la "imagen" del Ken a la hora de la práctica de manos libres, creo sinceramente nos aporta muchos beneficios, y a diferentes niveles.

Digo de forma más o menos habitual, que las armas, y en mi caso concreto el bokken (Kodachi y tanto), actúan como "metáfora correctora" de nuestra práctica de manos libres.
Hay practicantes de aikido, que trasladan el movimiento de las armas, incluso de determinadas escuelas de kenjutsu, casi exactamente al uso de las manos. Esta aproximación es en sí misma muy interesante desde el punto de vista marcial, pero no es mi manera de entenderlo.
Viendo a Yamaguchi sensei, o sintiendo a Endo sensei cuando trabaja usando sus manos como si tuviera un sable, creo que lo importante, es eso que genera el tener el Ken en las manos o incluso guardado en el cinto, ya sea de forma real o imaginaria, en la postura y el orden corporal, el ma-ai, el kimochi ( intención) de los movimientos y sobre todo, lo que implica esto en la actitud mental de alguien que conecta con el espíritu del Ken.
Es posible ver cómo a veces Miyamoto sensei por ejemplo, coge un tanto y lo tiene en la mano mientras hace trabajo de manos libres. O es posible ver cómo Yamaguchi sensei usaba un abanico en sus explicaciones, o incluso usaba un bokken sin llegar a implicarlo en la técnica ejecutada por lo menos directamente, y cuando sí lo hacía, se trataba de movimientos muy simples de cortes, indicando direcciones en la intención y movimientos de cuerpo y brazos, sin recrear realmente movimientos elaborados de Ken.
El hijo de Yamaguchi sensei Tetsu Yamaguchi sensei, en algunas exhibiciones tiene un kodachi o un bokken en las manos, aún no utilizándolo directamente. Igual pasa en algunas exhibiciones de otros alumnos de Yamaguchi sensei como Mimuro sensei, o 
el maestro Takeda Yoshinobu, quien también utiliza de forma habitual el kodachi para expresar movimientos de la práctica de manos libres.
En la práctica de mi sensei, Endo Seishiro, si bien no coge armas, en su posición, desplazamientos, gestos de corte, etc, es posible ver perfectamente la expresión del sable. 
Las armas (en este caso bokken, tanto, kodachi) nos aporta verticalidad, aporta elegancia al gesto quitándole brusquedad, el cuerpo se encuentra más cerrado, más compacto y "reunido",en conclusión menos abierto y expuesto.
La imagen del sable aporta también unas distancias más correctas con uke, un timing más exacto, y una potencia, que proviene de un cuerpo que en conjunto es usado más unificado y recto, como un sable, lo que hace que detrás de cada proyección haya "cuerpo", caderas, centro, en lugar de brazos.
También aportan un estudio muy interesante y creo fundamental, del uso de las manos, los codos y los hombros. Un uso sencillo, pero que se torna tremendamente útil y efectivo en la práctica de manos libres, al portar el arma o tener en mente la imagen de la misma. Un uso de codos y hombros relajados y absorbentes, manos que giran, se relajan y se activan, para mover nuestro kimochi respecto al del compañero, situándonos en posiciones ventajosas de control del centro o del equilibrio del oponente en el mismo momento del encuentro.
Es por todo esto, que creo, que dedicarle algo de tiempo a hacer suburis simplemente, y también los kumitachis de aikido, trabajándolos desde la consciencia de su aporte a las manos libres, creo que puede transformar nuestra práctica, enriquecerla, y repito que no tanto por una extrapolación de los movimientos a las manos libres, sino por los beneficios marciales que aportan a nuestro cuerpo y mente.
El uso del bokken debe acercarnos a un aikido más suave, limpio y conectado, donde el ki siempre va a estar en irimi, aún cuando estemos ejecutando movimientos de tenkan, Ura, esquivas....
Un aikido vertical, de hombros y codos relajados, de cuerpo unificado, vientre compactado, de gesto simples, y ma-ai muy ajustado.
Como alguna vez dijo Yamaguchi sensei, estar en ese lugar donde uno puede ser alcanzado por el sable pero no lo es, ese es sin lugar a dudas el lugar desde donde puede ocurrir el aikido, y desde donde la paz y la armonización con el ataque es posible.
No dejo de pensar que mi sensei, toma como referente de estudio a un "espadachín" como Miyamoto Musashi. 

Sus conceptos están llenos de fuerza y simplicidad, y son perfectamente aplicables a la práctica de manos libres. Para que la suavidad y la fluidez sean herramientas efectivas marcialmente, debe estar presente el orden corporal, la simplicidad de movimientos,la intención de irimi, la distancia y timing exactos, la conexión, y todo ésto se ve muy reforzado con un trabajo consciente de Ken.



Luis Mochón