viernes, 31 de mayo de 2024

La esencia es conexión.


 Ayer tuve la oportunidad de ver a los políticos de mi país debatiendo en el parlamento durante unos minutos. Las palabras y la gestualidad,las ausencias, me pareció que todo destilaba bastante desprecio e incluso odio.También soy observador de las opiniones de la gente en las calles, estoy observando desde hace algún tiempo, pero especialmente intensificado en los últimos años, el surgimiento de un pensamiento intransigente, que veo que ralla el odio, y te advierto antes de mirar la "paja en el ojo ajeno",este pensamiento  intransigente es de todos los "colores".
Hemos vuelto a perder la conciencia, si es que alguna vez la tuvimos, de lo autodestructivo que es nutrir el sentimiento de separitividad, origen de todo sufrimiento. Las personas tienen cada vez más claras sus ideas respecto a las de los que piensan distinto.Tienen tan claro que sustentan la verdad, que el que piensa diferente, no sólo está años luz de nosotros, sino que directamente es el enemigo, enemigo en el sentido más duro, que es a través de la negación del otro y de sus ideas, ya que son malas, equivocadas, negativas,en definitiva no tiene derecho a existir.
Asistimos a un momento de especial intensidad, donde el odio va agrandándose poco a poco, intensificado por un profundo sentimiento “ de tener razón “.Que peligrosa es la "mente que sabe", "que tiene razón ".

El único camino que veo, es recuperar el sentimiento y el pensamiento del "ser compartido", de interconexión de todo.De entender que el conflicto, la separación y oposición de ideas, son sólo un producto superficial, cultural, heredado, y que si bien es algo lícito, si nos centramos en la naturaleza de la realidad, podremos ver que en el propio conflicto y desacuerdo tenemos una oportunidad de conexión, de relación, de reconocimiento de esa “parte” que soy incapaz de ver.

¿ Habitas ese lugar donde tú tienes razón y el de “ enfrente” no?.Aún más, ¿habitas ese lugar donde el otro está totalmente equivocado y de hecho lo consideras “malo”?

Mi propuesta es que intentes vencerte en cada momento que sientas esto.No te pido que estés de acuerdo con todo, no es posible e incluso sería algo muy aburrido, pero sí me atrevo a pedir que cuando algo no nos guste, nos genere reactividad, enfado, que por un segundo comprobemos de dónde viene ese sentimiento, que miremos bien dentro,y observemos si nos pertenece o es heredado, ¿es un “ artefacto cultural”?.
Reflexiona por un instante qué es lo que realmente te separa de la otra persona.¿ Una cultura, educación, una época, experiencias distintas... podrían haber hecho qué pensaras así?.Reflexiona también, ¿no serás producto también de una profunda resistencia al cambio?.

Esto no va a hacer que cambies de opinión, o a veces sí, porque la opinión perderá importancia, densidad, “verdad”, pero lo que seguro ocurrirá es que te verás en el otro, una posible versión de tí que no fue pero pudo ser, y esto te pondrá en contacto con que lo que nos une, el Ser, es mucho más que lo que separa, que todos compartimos un mismo “ nombre” : Yo soy. 

A partir de ahí, a partir del sentimiento de interconexión y de “ser compartido”, el odio, la reactividad, la agresividad, el forzar…..irán disolviéndose, las posibilidades creativas, conciliadoras, de conexión (musubi) de pacto, empezarán a ser norma, de hecho se manifestarán  como lo “natural”. Concederle “carta de existencia” a lo contrario a mí, hará posible convertir el enfrentamiento, el conflicto, el desencuentro en una posibilidad creativa a través de la conexión, que en esencia nos vincula. Convertir el conflicto en otra forma de conexión posibilitará la creación de algo nuevo que nos moverá  a un futuro común. 

Para esto es necesario liberarse de la esclavitud de lo heredado, de lo aprendido,y ser capaz de sentir-nos, y observar-nos sin lo “añadido” ,descubriendo al “otro” en nuestro interior.Esto puede 
permitirnos, en un entorno profundamente enfrentado y dividido, “invertir” en lo que conecta, en lo que une, en lugar de seguir ahondando en sentimientos de separación.
Para mí ,ésta es la propuesta Aiki. Es el trabajo que como aikidokas debemos completar a cada momento de práctica, y sobre todo en la práctica más larga, que es, la que ocurre fuera del tatami.

Pero ¿estamos dispuestos a esto? o no es posible ¿porque en definitiva sólo hay una verdad y es la tuya y la de los tuyos?.

Me encomiendo a la frase de O sensei: Masakatsu Agatsu Katsuhayabi ( la verdadera victoria es la victoria sobre uno mismo aquí y ahora).


Luis.