jueves, 4 de agosto de 2011

Palabras de O´sensei para iluminar un poco más el camino.

"El Aikido es el arte de percibir imperfecciones"
"La finalidad del Aikido no es derrumbar al oponente sino controlarle
espiritualmente y hacer que él mismo abandone su locura. Para
hacer de la armonía una realidad en nuestro mundo está el espíritu
que debe guiarnos en nuestro entrenamiento diario. Entrenaros cada día
para unificar el cuerpo y la mente y refinar vuestro espíritu. Yo
aspiro a establecer el verdadero Aikido en este mundo por el bien de
la gente. El Aikido es todo lo que yo soy."
"¿Qué espero de todos los que practicáis Aikido? quiero que observéis
el modo en que funciona el mundo, reflexionad sobre las palabras de
gente sabia, tomad las cosas buenas que encontréis e integradlas en
vosotros. Abrid vuestra puerta a la verdad. Despertar a la verdadera
naturaleza del mundo, despertad a vuestra verdadera naturaleza.
Realizad, reflexionad, actuad. Haced esto constantemente y
progresaréis firmemente.
Observad un riachuelo que se dirige hacia el valle, el agua que
suavemente fluye alrededor de las rocas, transformándose a sí misma
indefinidamente. La sabiduría del mundo está en libros, y al
estudiarlos podemos crear nuevas técnicas. Observad la naturaleza y
aprended de la verdadera esencia del cielo y la tierra. Realizad,
estudiad y reflexionad una y otra vez.
Aquellos que se entrenan en el Budo deben entender que la verdad del
universo está en sus vientres."

2 comentarios:

  1. Que buena entrada! La tomaré prestada :)

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  2. Oh, ahora lo comprendo mejor. El Centro de uno no es el cerebro, eso simplemente almacena recuerdos y hace cositas varias. El Centro de uno está en su centro de gravedad, en el vientre. Si a uno lo soltaran en caída libre en el espacio, rotaría sobre sí mismo, y el eje de rotación pasaría por el centro de gravedad, ¡no por la cabeza, eso es ridículo! Me doy cuenta de que Occidente tiene un fetichismo por el pene en lo sexual, pero que también lo tiene por el cerebro en lo intelectual. Y no es así, el cuerpo es un todo y es nada. ¡Muchas gracias, Luis!

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