viernes, 28 de diciembre de 2012

Cuatro enseñanzas a Musashi en el libro de Yoshikawa (Musashi 1)

Primera enseñanza

Despues de atrapar Takuan a Musashi y dejarlo colgado de un árbol, Musashi increpa a Takuan y le dice que lo ha engañado pero no vencido, a lo que Takuan contesta:

"En último extremo es lo mismo. Te han superado por el ingenio y buenas palabras en vez de golpes. Cuando has perdido, has perdido. Habría sido una locura por mi parte intentar superarte por la fuerza. Tienes demasiada fuerza física. Lo mismo puede decirse de tu supuesto valor. Hasta el momento tu conducta no indica más que un valor animal, ese valor que no respeta  los valores humanos ni la vida. El verdadero valor conoce el miedo. Sabe temer lo que se debe temer. Las personas honradas valoran la vida con pasión, se aferran a ella como una joya preciosa. Y escogen el momento y el lugar oportunos para entregarla, muriendo con dignidad. Tu has nacido con fuerza física y con fortaleza, pero te falta conocimiento y sabiduría[...] la gente habla de combinar el Camino del Estudio y el Camino del Samurai, pero si se combinan bien no son dos, sino uno. Sólo hay un Camino."


Segunda enseñanza

El viejo monje del templo de Hozoin, Nikkan:

"Eres demasiado fuerte. Tu problema es tu fuerza. Debes aprender a controlarla, a debilitarte."

Tercera enseñanza

Myoshu, monja budista que invita a musashi a realizar la ceremonia del té. A lo que Musashi se niega en un principio alegando que no conoce las reglas y técnica de este arte. Myoshu le contesta:
"Si te paras a pensar en cuál es la manera correcta de beber, no disfrutarás del té. Cuando manejas una espada, no puedes dejar que tu cuerpo se ponga demasiado tenso. Así se rompería la armonia entre la espada y el espíritu. ¿No es verdad?"


Cuarta enseñanza


En este caso esta enseñanza procede del mundo flotante, de la cortesana Yoshino Dayu. Musashi se siente muy tenso en su presencia, y todavía más cuando lo invita a pasar la noche con ella. En ese momento ella coge la espada corta y parte en dos un laud, diciendo a continuación lo siguiente:
" Por decirlo de otro modo , la riqueza de tonos se debe a que hay  una cierta libertad de movimiento, una cierta relajación en los extremos de la caja del instrumento. Lo mismo sucede con las personas. Debemos tener flexibilidad en la vida. Nuestros espíritus deben poder moverse con libertad. Si somos demasiados rígidos, somos quebradizos y nos falta capacidad de respuesta."






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