Desde hace poco me he planteado en que medida las "artes marciales" son una forma de arte. Más allá de una definición de arte, me planteo que hace que algo sea arte, o más concretamente qué no lo es.
En los últimos premios de los globos de oro, la actriz Meryl Streep en un discurso crítico hacia el recién elegido presidente Donald Trump y en cierta medida a las personas que lo votaron, también mencionó a las Mixed Martial Arts (MMA), espectáculo de lucha que en USA está empezando a tener mucho peso mediático, y decía la actriz,que no son arte.
En cierta medida estoy de acuerdo. Es un espectáculo de lucha con grandes profesionales, bien entrenados y con un sentido también grande del espectáculo, pero no reconozco el arte, por lo menos desde mi sentir.
¿Pero que hace que un arte marcial sea arte para mí?, y en concreto ¿Es el aikido un arte?.
Lo primero que me viene a la cabeza es que el arte es creación, y esta creación es producto de una forma de ver o sentir la realidad y de crear algo para hacer visible esta visión, este sentir del artista.
Reflexionando de esta manera, empiezo a ver aparecer, lo que no creo que sea arte. Siempre que empiezo a escribir, me resulta difícil, porque tengo más preguntas que respuestas, pero es cierto que mientras hago las preguntas, algunas respuestas van apareciendo.
Creo que el arte no es pelear, enfrentar, resistir o luchar. Cuando el escultor observa la piedra, el trozo de madera, de metal etc, no ve un problema en ellos, ve precisamente lo contrario, ve la obra apareciendo de entre las vetas y las rugosidades del material. El material deja de estar separado del artista, pasando a ser una parte de él, una extensión de sí mismo, a través del cual podrá plasmar su visión, su forma de sentir la realidad, o visto de otra manera, la realidad podrá expresar su sentir a través del artista.
Igualmente podría decirse de otras formas de arte, lo que me llevaría a considerar arte muchas más actividades de las comúnmente consideradas como tal, o dicho de otra manera, lo que define el arte, es la visión del artista, su sentir ante la realidad, la forma en que su consciencia capta lo que le rodea y plasma ese sentir.
Lo que rodea al artista, se convierte en parte de él, la diversidad se transforma en una ampliación de sí mismo. El sentir del artista no sólo habita en él sino también en lo que le rodea y en lo que vive.
De manera que siguiendo esta reflexión, empiezo a encontrarme con el aiki, o dicho de otra manera con un sentir de la "Unidad". La lucha, el conflicto, el antagonismo desaparecen, no son posibles ante un tipo de mente que ve todo con curiosidad, sin juicios, como un instrumento de expresión, o un elemento de inspiración y creación.
Siento que el aikido entonces tiene mucho de arte. Nuestra obra es el "waza". Uke, su acción, es el "material" que tori utiliza para crear (de manera que uke es cocreador) y nuestra vivencias dentro y fuera del tatami son nuestras musas de inspiración.
Tori siente como una extensión de sí mismo a uke, y sintiéndolo como tal, plasma su sentir a través del "waza". Al no ser posible en esta actitud el antagonismo, y al diluirse la dualidad, el aiki como armonía y unidad, es la técnica de ejecución de la expresión artística marcial, y también es el propio aiki, el sentir que se manifiesta a través de tori.
Un tío mío era escultor. Yo era joven, y recuerdo poco de él. Pero mi madre siempre dice, que las conversaciones con él, y su visión de las cosas era algo muy enriquecedor y especial, en cierta media lo consideraba un sabio.
Ésto me lleva de nuevo al planteamiento del principio de este escrito. El arte surge de una forma de mirar la realidad.El mismo sentir, y la misma forma de mirar que dan lugar a la escultura, al arreglo floral, a la pintura, es la que se tiene ante todo.
Es por eso que no hay separación entre la creación y el creador. El artista es su arte. Al escribir esto último aparecen en mi mente las palabras de O sensei:"Cada cosa que hago es aikido".
O aparece un Musashi aplicando "la vía de la estrategia" a todas sus acciones(ceremonia del te, escultura, pintura, caligrafía...)con resultados llenos de virtuosismo.
Como pasa siempre que reflexiono de esta forma, tenía muchas preguntas, y al terminar la reflexión...tengo algunas respuestas y muchas más preguntas que antes, pero ésto es lo apasionante de vivir. Ahora sólo me queda seguir practicando, creando y siendo mi "arte" marcial, convirtiéndome en Aikido, o mejor dicho, dejando que el Aiki se exprese a través de mí a cada instante.
L.
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