jueves, 28 de septiembre de 2017

Libertad, cambio y la mente que no sabe

Le concedemos mucho peso e importancia a las palabras, las emociones, las cosas y los pensamientos.
Ese peso nos atrapa, genera deudas y
compromisos asfixiantes.
Es peor cuando esas palabras o sentimientos o cosas, forman parte de ese conjunto de "elementos", que en nuestro entorno socio-cultural han sido valorados como positivos.
Al tener valor positivo, se hacen mucho más peligrosos, pegajosos, pesados, además de grandes generadores de culpa.
La libertad,es un estado mental que boicoteamos desde todos los aspectos de nuestra vida.
Desde las "necesidades", la "moral", la "educación", la sociedad, la ideología, la religión....
Nos hacemos planteamientos, hipótesis de base para vivir, generalmente heredadas, ajenas, y sacrificamos todo por ellas, bajo riesgo, de sufrir la condena de la culpa, la frustación, la desubicación, la indefinición, la ignorancia...
¡Qué prisión tan aceptada y fuerte es lo correcto!, lo establecido, lo "adecuado",lo esperado.
Libertad, es capacidad de cambio, conciencia, conocimiento propio, capacidad de elección.

La vida, la existencia, es una corriente imparable de cambio, de aparición y desaparición, de vida y muerte a cada instante....el unirse a ésto, el fluir y aceptar ésto, es libertad, de hecho no es ni eso, simplemente "Es".

Más allá de lo que se pueda pensar, este sentir, no lleva por un camino sin "cimientos", todo lo contrario. La aceptación del cambio ,la toma de conciencia, la capacidad de elegir dentro del fluir de la realidad, son los cimientos.
Conciencia, cambio, flujo, aceptación,  intención, elección, voluntad,  decisión, experiencia, son entonces adjetivos de la vida.
Se abandona el alienamiento,incluso la capacidad de autodefinición.
La "mente que no sabe" se expresa a cada paso, fluída y adaptable, creativa e inamovible.
Nada es tan importante, ni siquiera lo bueno..sea eso lo que sea, como para bloquear el cambio fluido de la realidad.
Fluir con la vida, sin retenerla, sin decorarla, amplificarla, ni forzarla.
La belleza de cada instante no necesita de nuestro juicio, ni siquiera de nuestra intervención.Incluso hoy día, la vida o su  belleza o valor, no existe si no es compartida o publicada y por supuesto refrendada, por una serie de seguidores, normalmente anónimos, que con sus "likes" llenan de contenido y valor la realidad.
Ahora mismo levanto mi vista y la madera de mi mesa, el olor a lluvia, la luz nublada que entra por las ventanas, el frío que siento en los dedos de los pies,todo es perfecto...y lo era más todavía, seguramente antes de describirlo y escribirlo.

Se que este blog habla sobre todo de la práctica del aikido, y creo que lo estoy haciendo también.

La importancia y poder que otorgamos a escuelas, conceptos heredados, bueno y malo, aiki-moralidades, copias, programas, "catálogos".... siento que son excesivos, nos restan capacidad de fluir, de cambio, de aceptación,de experimentación, de decisión.
El estudio del pasado ( el keiko) debe ser un punto de partida, una referencia, una antorcha en el camino, sin rigidez, sin una importancia excesiva que nos incapacite el fluir, la vida. Es un mapa de ruta de los que pasaron por ahí, pero sin olvidar que es "sólo" un mapa. Necesitamos experimentar nosotros mismos el camino y añadir elementos... Un camino abierto a las sensaciones, a la experiencia "desnuda"del instante,aceptando y encarando las dificultades, permitiendo descubrirse y descubrir en cada encuentro, en cada ataque, en cada contacto...
Mi experiencia es, que siguiendo este camino, se confirman los hallazgos de nuestros predecesores, pero cada encuentro, evoluciona la forma, "amplia el mapa", teniendo como maestra la experiencia, cada instante, el ahora.
¡¿Qué aportais al aikido cada uno de vosotros?!, digo a veces en clase.
Por eso el sensei no puede realmente "enseñar", cada vez que habla "miente", o mejor, tras cada palabra, lo dicho ha caducado. El sensei comparte, describe lo que en cada encuentro siente o ha hecho, haciendo de referencia, de guía, pero sin más importancia ni menos. Es la práctica, intensa, continúa, seria,la que se descubre como fuente de conocimiento y cómo verdadero maestro, nuestra capacidad de atención a cada instante.
O sensei decía al referirse a la práctica: "ahora así y ahora así".
Los pilares, los principios son la capacidad de adaptación, la naturalidad, la unidad cuerpo-mente- Ki en cada momento, el conocimiento a través de la experiencia, la honestidad en el encuentro con la realidad, la mente de principiante, la mente que no sabe....


L

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