lunes, 13 de enero de 2014

Yagyu Munenori(1571-1646)

       " Las personas que han logrado pacificar sus mentes una vez no necesitan purificar sus acciones físicas, verbales y mentales; permanecen sin mácula aunque se mezclen con el polvo del mundo. Aunque estén activas todo el día, estarán inmóviles, como la luna que se refleja en el agua no se mueve aunque innumerables olas rompan una tras otra."

       " Cuando dejas ir la mente, se detiene donde ha ido; por lo tanto, el primer nivel de la práctica es hacer que regrese una y otra vez, de modo que no se fije en ningún lugar. Cuando lanzas una estocada y la mente se fija en ese punto, esta enseñanza hace que la mente regrese a ti."

        "En el nivel avanzado, el significado es dejar que la mente esté libre para ir a donde quiera. Dejas ir tu mente luego de haber logrado que no se detenga ni se demore en sitio alguno, aún cuando la dejas libre."

       " Cualquier cosa que hagas como Camino, si estás obsesionado con él o piensas que esto es lo único importante para ti, entonces no es el Camino. Cuando no tienes nada en el pecho entonces estás en el Camino. Cualquier cosa que hagas, si la haces sin nada en el pecho, se cumple fácilmente.

        Del mismo modo, todas las cosas se reflejan claramente en un espejo debido a la claridad sin forma de la cualidad de reflexión del espejo. El corazón de aquellos que están en el Camino es como un espejo, claro y vacío, sin mente, pero sin embargo llevando a cabo todas las cosas.

        Esta es la “mente normal”. Aquel que hace todas las cosas con esta mente normal es llamado un adepto."

     "   En cada cosa que hagas, si mantienes la idea ante ti y la realizas con una concentración total, no habrá coordinación. Lo harás bien la primera vez y luego, cuando pienses que todo está bien, lo harás mal. O lo harás bien dos veces, pero mal la tercera.
  Si estás contento por haberlo hecho bien dos veces y mal solamente una, entonces lo harás mal de nuevo. No habrá coherencia, porque lo haces con el pensamiento de hacerlo bien."

      "  Cuando los efectos de la ejercitación se acumulan inadvertidamente, la avidez de desarrollar rápidamente una habilidad se disuelve poco a poco, y en cualquier cosa que haces te liberas espontáneamente de un pensamiento consciente. En este momento ni siquiera eres consciente de ti mismo; cuando tu cuerpo, pies y manos actúan sin movimiento alguno en la mente, no hay error. 

 Aun entonces, tan pronto como algo se mueva en la mente, habrá error. Cuando no estés consciente mentalmente, acertarás en todo momento. No estar consciente mentalmente no significa, sin embargo, tener la mente ausente por completo; simplemente significa una mente normal."

        "Aplicando esto a cuestiones mundanas, suponte que estás disparando el arco y piensas en ese instante que estás disparando; de esa manera la puntería será débil e inconstante. Al esgrimir la espada, si estás consciente de esgrimirla tu ofensiva será inapropiada. Si estás escribiendo y eres consciente de escribir, tu pluma será inestable. Aun tocando el arpa, si eres consciente de tu ejecución la melodía será desafinada.

        Cuando el arquero olvida la consciencia del disparo y dispara con una actitud de mente normal, como si estuviera desocupado, el arco estará firme. Al usar la espada o cabalgar, uno no “usa la espada” o “cabalga”. Y uno no “escribe”, uno no “ejecuta música”. Cuando haces todas las cosas en un estado de mente normal como si estuvieras completamente ocioso, entonces todo fluye de un modo suave y sencillo. "  

        "La enfermedad significa apego. En el budismo se condena el apego. Los monjes mendicantes que están libres de apegos pueden entremezclarse con el mundo ordinario sin ser afectados por él; todo lo que hacen lo hacen con libertad e independencia, deteniéndose donde naturalmente deberían hacerlo.

        Los maestros de las artes no pueden considerarse adeptos hasta que no hayan abandonado el apego a sus habilidades. El polvo y la suciedad se adhieren a una joya sin pulimento, pero una gema perfectamente pulida no se ensucia aunque caiga en el barro. Al pulir la gema de tu mente por el cultivo espiritual hasta que sea sin mácula, dejando de lado la enfermedad y abandonado las preocupaciones, alcanzas tu albedrío. "

      "  Obsesionarse con triunfar es enfermizo; obsesionarse con las artes marciales es enfermizo, y también lo es tratar de poner en práctica todo lo que se ha aprendido. Es enfermizo obsesionarse con el ataque y obsesionarse con la defensa. También es enfermizo obsesionarse con liberarse de la enfermedadFijar la mente obsesivamente en algo es considerado enfermedad. Dado que todas estas diversas enfermedades están en la mente, es cuestión de afinar la mente liberándose de tales dolencias."

      "  Es de extrema importancia reflexionar en el significado de la alternancia del Yin y del Yang. El movimiento es Yang y la quietud es Yin. El Yin y el Yang se intercambian adentro y afuera. Cuando el Yang se mueve en el interior, mantenerse quieto en el exterior de acuerdo al Yin; cuando se es Yin interiormente, el movimiento aparece en el exterior.

        También en este arte marcial activas interiormente la energía mental con una atención constante, mientras exteriormente te mantienes imperturbable y calmo. Es el Yang moviéndose en el interior, mientras el Yin está quieto en el exterior. Esto está de acuerdo con las leyes de la naturaleza.

        Más aún, si en tu interior estás tranquilo manifestándote agresivamente en el exterior de modo tal que tu mente interior no se apague a lo extremo, entonces no perderás el control afuera. Si te mueves interiormente y exteriormente a la vez, hay un desenfreno. Las actitudes agresivas y pasivas, el movimiento y la quietud deberían alternarse adentro y afuera."


Yagyu Munenori



  



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