Cuando realizamos un movimiento ante un ataque, este
movimiento debe estar lleno de una gran determinación. Siempre digo en clase
que todos los movimientos deben ser completos, y nunca dejarlos a medias. De esta forma
cada movimiento cumplirá su misión, que en muchos casos será definitiva, y en
otros muchos será el primer paso de una serie movimiento que llevarán a la
resolución del conflicto.
Por supuesto, si bien el primer movimiento, de protección
normalmente, será o deberá ser instintivo, el siguiente paso será producto de
una decisión mental. Con la información que uke nos está aportando a partir del
primer contacto, tomamos la decisión del siguiente movimiento, que procederá de
nuestro bagaje experiencial diario.
Por supuesto esta decisión debe estar enriquecida de
determinación, pero esta determinación debe tener un corazón flexible, el corazón
flexible de una “decisión suave”, porque si el escenario que la relación con
uke hace aparecer no cambia, posiblemente esta decisión sea la definitiva, pero¿
y si la actitud viva de uke hace que el escenario cambie?.
Muchas veces en mi trayectoria por las artes marciales he
protagonizado, vivido y sufrido decisiones llenas de rigidez. Una vez decidido
algo, es como si un aura de inmovilidad cubriera la decisión, incluso con
componentes morales aprendidos, donde lo que decido debe llegar hasta el final
porque lo correcto es no cambiar de decisión, y sinceramente, así creo que nos
va en el mundo.
Este tipo de decisión rígida, dura, inamovible, acaba derivando en sufrimiento,
incomodidad tanto para uno como para otro. Es cuando aparece el choque, la
oposición, el dolor…
Sinceramente creo que esto es un error, creo que es
contrario a la naturaleza cambiante y móvil de la Vida.
Ante la información primera de uke elijo ikkyo por ejemplo, pero en ese
proceso, y si uke está vivo, pueden producirse cambios que hagan que esa decisión quede obsoleta. ¿Quiere decir que no fue una buena decisión?, ¡claro que
no!, fue seguramente la correcta, pero esa decisión ya cumplió su misión, y
ahora, y gracias a la acción determinante de esa decisión, se abre un marco nuevo, donde habrá que adaptarse, tomando entonces una nueva decisión suave, con el fin siempre de recuperar nuestro "sitio", que se ha visto alterado por una situación de conflicto.
El Budo está lleno de ideas que parecen contradictorias, ¡y
mi experiencia es que los senseis son muchas veces también profundamente
contradictorios!, o por lo menos eso aparece a un primer vistazo. Pero si
profundizamos un poco y reflexionamos, comprenderemos rápidamente que no hay
nada contradictorio en asumir la naturaleza cambiante de todo. Flujo, adaptación,cambio,flexibilidad, son la esencia de la Vida ,
y por tanto el elemento indispensable para ser feliz ante la corriente vital de
la que formamos parte, y si eso es ser contradictorio, quiero convertirme en
alguien profundamente contradictorio.
Luis Mochón
No hay comentarios:
Publicar un comentario