jueves, 28 de febrero de 2019

Ser budoka

Un budoka no es un luchador. Un budoka se define por una forma de vivir, de actuar, de mirar, de estar. La lucha no es su objetivo, el objetivo es vivir y respirar como un budoka en cada instante.
Si hay un conflicto, su objetivo, dentro del mismo, será no perder su condición de budoka. Encararlo, afrontarlo, resolverlo, incluso vencer.
Pero, vencer de verdad, de forma sostenible, sólo se hace de una forma, sin atacar, sin pelear.
El verdadero budoka quiere vencer sin tener que pelear, y ésa, es su lucha, dura, intensa, vital... Con sus miedos y debilidades, con sus pensamientos oscuros, con sus hábitos y esquemas heredados, con su rabia y su violencia.
Todos estos aliados, vienen disfrazados de enemigos para el que no se mira, para el que no se acepta, pero cuando aparece el conflicto, es aún peor, y la lucha, no es otra que identificarlos como aliados, como una energía pura e intensa que nos pertenece, nos conforma, nos completa.  Y sí, se puede vencer, y la victoria no es derrotar, aniquilar u ocultar, sino integrar, completar, mandar y utilizar estas energías, como un general dirige y manda a sus ejércitos en el campo de batalla.
Pero a veces, el budoka, fracasará, y se enfrentará, atacará y se perderá a sí mismo, y cuando esto ocurre, sabe que ya perdió, y sólo le queda una cosa que hacer, reconquistar su libertad, su totalidad, su paz y su frontera, volver a su castillo y recuperar su condición de budoka.
L.

Embukai de Luís Mochón sensei en el X aniversario de Ariga Sensei en España