viernes, 11 de marzo de 2011

Terremoto en Japón.

A todos aquellos que tenemos un trozo de nuestro corazón en las islas de los dioses, este terremoto ha provocado un desequilibrio brutal en el mismo. Yo ahora mismo me encuentro viendo imágenes de lo que está ocurriendo, viendo como de nuevo el mar decide reconquistar territorios a la tierra, y la verdad es espeluznante. He escrito rápidamente a compañeros de aikido como Iván que viven en Japón, e Ivan ha sido rápido en su respuesta, diciéndonos que todo está bien pero que no le gustaría volver a vivirlo. A él, como no, le ha cojido en el Hombu Dojo.
Sólo escribo estas líneas para descargar un poco la tensión que siento al ver sufrir esta catástrofe a un pueblo con el que coparto tantas cosas. Desde luego, no olvido que se trata de uno de los países más desarrollados del mundo y las consecuencias no serán tan terribles, como sí lo han sido y lo serán en otros paises que tienen bajos niveles de desarrollo, pero aún así mi vinculación emocional con Japón como tierra y con sus gentes me hace sufrirlo de una manera especialmente intensa.
He escrito un e-mail a Ariga san enviandole todo el apoyo posible desde Granada, para él y para todos los aiki-hermanos de Saku dojo, y espero que pueda responderme lo antes posible informandome que todo marcha bien. También he hablado con Pepe Jesús sensei y espero que tengamos pronto noticias del buen estado de Endo sensei.
Independientemente de las creencias que tengáis os ruego unos minutos de enfoque y oración, para enviar toda la luz posible a esta situación y a todas las víctimas que están sufriendola o la sufrirán en los próximos días en la zona del pacífico.

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