sábado, 15 de octubre de 2011

Crónica de mi curso en Malta por Miguel Romero sensei del dojo Omoi de Almería

En los tres cursos que he tenido la oportunidad de impartir fuera de nuestras fronteras, es decir en Nápoles, Villach(Austria) y Malta, me han acompañado alumnos para apoyarme, sintiendome así tremendamente afortunado, por tener cerca alumnos y por supuesto amigos, que han llevado su compromiso conmigo como sensei, a unas fronteras más allá de lo esperado. De nuevo Gracias Luis, Mario y Miguel por acompañarme y hacer una magnífica labor de transmisión de ese Aikido en el que creemos, y que por tanto queremos compartir con todo el que quiera acercarse.
Al final de cada viaje, les pido que redacten una especie de "crónica" personal sobre la vivencia. Mario, a ti no se si te lo dije, pero si no te lo dije... a hacerla!!! que el curso de Villach lo merece, ¿verdad amigo?.
Ya tuve la oportunidad de colgar la de Luis, acerca de nuestra experiencia napolitana, y ahora viene la de la experiencia maltesa por Miguel.
Muchas gracias a vosotros tres, pero también a todos los que sé que os quedásteis con las ganas por cuestiones económica o personales, o por lesiones!!!, no te preocupes Rafa el año que viene voy otra vez, pero que soy consciente que cuento siempre con todo vuestro apoyo y energía.

Luis




DE LAS EXPERIENCIAS DEL SENSITIVO Y EL POETA


Ante todo, quiero pedir disculpas por no haber podido escribir con anterioridad. Pero entre dichosas pateras, y muchos clientes, no he tenido tiempo ni para mirarme al espejo. Ha sido una semana de locos.

En fin. Viernes divino, deseado y esperado. Asi puedo poner mis ideas lo más ordenadas posibles y tener la suficiente claridad mental como para expresar todo el torrente de sensaciones y pensamientos que he acumulado durante los días de estancia en Malta.

Personalmente, he descubierto Malta. Es un país precioso. Un pequeño joyero en el Mediterráneo. Un lugar para perderse y volverse a encontrar. No puedo sino decir que hay que visitarlo, dejarse llevar por las sensaciones de sus calles, de sus olores, de su gastronomía, del calor de sus gentes, de su clima, de sus paisajes y del azul turquesa de su mar.

Me gustaría agradecer de corazón a mi Maestro Luis Mochón por la oportunidad que me ha brindado. Para mi ha sido un placer, un orgullo, un privilegio y una satisfacción el compartir estos días contigo. He aprendido muchísimo como persona y como aikidoka. Sin duda para mi, ha habido un antes y un después de este seminario. Ha sido un viaje físico, técnico, mental y espiritual. Muchas gracias querido y admirado Maestro.

No me cabe sino decir GRACIAS en mayúsculas a Michael y a Antoine, como cabezas de grupo primero, y hacerlas extensivas a todos los demás compañeros de Malta. Yo sólo iba a acompañar a mi Maestro, y me he sentido terriblemente agasajado por el trato recibido, el cariño con el que hemos sido tratados, los sitios donde nos han llevado, el precioso hotel donde nos hemos alojado, las largas conversaciones en torno al Budo compartidas junto al mar comiendo o cenando..... Aikido dentro y fuera del tatami. Aikido en la vida. Nuevamente me quedo sin palabras y solamente puedo decir.. THANK YOU VERY MUCH.

Como aikidoka me llena de una gran emoción ver a gente practicar con tantísima actitud. A pocos grupos los he visto con tanta avidez por aprender. Por convertirse en inmensos paneles solares para absorber conocimientos. Ojos abiertos como espejos. Ése el primer paso. Lo demás es "sólo" trabajo. Pero lo fundamental, las ganas, la humildad, el deseo, existe en Malta.

En cuanto al título de esta entrada... como se dice en la fabulosa película "Conan el bárbaro": "Eso es otra historia... y se queda en Malta... ", aunque admito apuestas.

Miguel

No hay comentarios:

Publicar un comentario